El Celta tuvo paciencia para encontrar su momento

Julio Álvarez Buylla

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

06 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Probablemente se esperase un Celta en tromba en busca de un rival diezmado. Pero este Celta no tiene prisa. No quiere equivocarse. No quiere conceder. Los partidos duran mínimo 90 minutos y lo saben. Este Celta tiene un plan y la confianza para ejecutarlo. Los partidos de la era Escribá parecen cortados por el mismo patrón. Esperan los primeros 45 minutos y sin hacer ruido evolucionan en los 45 siguientes, sabedores que una vez recuperado el potencial ofensivo no equivocarse en defensa es garantía de éxito. Solo restan dos jornadas y no está todo hecho todavía porque en fútbol todo es posible, pero lo que es ahora innegable es que este equipo transmite confianza para el final de liga.

1la clave

Superiridad en las áreas

El Barça tuvo el balón y circuló con fluidez aprovechando la superioridad en medio campo. Lo tuvo, pero sin profundidad. El Celta leyó el partido y no se afanó en discutirle la posesión. El Barça no pisaba el área y cuando lo hacía le faltaba la sensación de peligro. Los vigueses en 45 minutos tampoco lo hicieron, pero transmitían sensaciones distintas. Así las cosas, los célticos defendieron y esperaron su momento, el del desgaste del rival, el de correr y el de probar a la neonata defensa blaugrana. Y ahí, fue superior.

2la DIRECCIÓN

Escribá encuentra el equilibrio

Para Mohamed fue un rompedero de cabeza, Cardoso tampoco encontró la solución y llegó Escribá. Los números son números y estos dicen que el Celta ha por fin mejorado el balance defensivo, 13 goles encajados en 10 partidos. Pero sobre todo es destacable como y cuanto nos llegan los rivales a situaciones de remate. Como dijimos hace unas semanas no era cuestión solo de nombres o sistemas, si no de trabajo colectivo y en defensa esto es fundamental.

3la DIRECCIÓN

La Reconquista

Cualquiera que se imagine dentro de ese autobús camino de Balaidos no puede abstraerse de ese momento emotivo. La afición hizo suyo el lema y el objetivo de reconquistar una situación extrema, tanto que su apoyo le ha valido el reconocimiento a ser la mejor afición de Primera. El equipo, agradecido, se fundió con ella en los minutos posteriores al termino del partido. Los jugadores cierto es que juegan, fallan y aciertan pero el efecto de quienes animan sobre el rendimiento del grupo es incontestable.

4el cambio

Maxi sale del aislamiento

Maxi ya no está solo y ya no se desespera. Disputa, aguanta el balón, juega de cara y dentro del área tiene la pausa y el acierto para ser letal. Sus 30 goles de récord en primera así lo atestiguan. Sin embargo, necesita compañía. Sin Aspas se desesperó, no ya por la aportación individual de Iago sino porque la salida de balón celeste provocaba su aislamiento de la línea más próxima de atacantes y ahí es vulnerable. Para otro momento lo de Cabral y su recuperación para el equipo.

Julio Álvarez Buylla es entrenador nacional, máster en psicología del deporte y coach deportivo.