Óscar Vales: «Mi corazón es del Athletic, pero Vigo es mi segunda casa»

GRADA DE RÍO

CEDIDA

El excéltico recuerda su paso por el Celta, «dos años maravillosos», y analiza el duelo entre ambos del domingo

03 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Óscar Vales (Basauri, 1974) habla de su paso por el Celta hay tres palabras que repite casi en cada frase: «Dos años maravillosos». No oculta que el club de su corazón es el Athletic Club, pero Vigo y el equipo celeste son, afirma, «su segunda casa». De hecho, ese paso por la ciudad entre los años 1997 y 1999 es el único período de su carrera en que no vistió los colores del club vizcaíno.

-Militó prácticamente toda su carrera en el Athletic Club. ¿Qué significado tiene el Celta en su trayectoria?

-Pese a ser una pequeña parte de mi carrera, esas dos temporadas me marcaron. Me encontré un equipo francamente bueno en una ciudad que me acogió a la perfección. Era un chico joven y si deportivamente las cosas fueron fenomenal, la estancia en lo personal también fue maravillosa. Fueron dos años maravillosos que nunca olvidaré y que disfruté mucho.

«Pensé que el cambio me iba a costar más, pero me acogieron fenomenal»

-¿Cómo recuerda el momento de dejar su casa y cambiar de equipo por primera vez?

-Fue un cambio importante. Estaba en un vestuario donde todos éramos de casa por la filosofía del Athletic y me encontré algo diferente: jugadores de muchas nacionalidades, gente más veterana. Pensé que me iba a costar más, pero enseguida me adapté. Al final en cuanto a la ciudad, el norte es parecido y mis padres son gallegos; en cuanto al vestuario, encontré grandes personas que me acogieron fenomenal y lo dos años pasaron rápido porque fueron fantásticos.

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-¿Y no le resultó complicadao tener que dejar el Athletic?

-Estaba casi obligado, porque vino Luis Fernández comoe entrenador cuando llevaba yo cuatro años en el primer equipo y fichó a Alkorta, Patxi Ferreira, Roberto Ríos y esas posiciones estaban cubiertas. Entendió que era lo mejor para el equipo y como no querían un traspaso tuve que buscar una opción como cedido. Justo Jabo (Irureta) fichó por el Celta y yo lo había tenido antes en Bilbao.

-¿Fue clave entonces Irureta para su fichaje?

-Muchísimo. Ha sido mi padre futbolístico, siempre confió en mí y tuvo claro que podía aportar a sus equipos. Pero aparte de esa relación profesional siempre buena, en lo personal le tengo un gran aprecio por su forma de ser y me gusta destacarlo. Los dos somos del norte y ahora sus nietas estudian con mis hijas.

«Éramos un equipo al que todos temían»

-¿Cuáles recuerda como sus mejores momentos con la camiseta del Celta?

-Uno de los mejores seguramente sea el partido en casa contra el Liverpool con victoria por 3-1 con Víctor Fernández. Fueron grandes años en lo deportivo. Recuerdo cuando venía el Barça de Van Gall con Figo, Ronaldo... o El Real Madrid. Y éramos un equipo al que todos temían. Además, me sentí muy querido por la gente y, de hecho, desde que me retiré vuelvo a Vigo cada año en Semana Santa y aún tengo muchos amigos. Mi vida en Vigo fue cómoda y fácil.

-¿Algún sinsabor?

-Los momentos malos son muy puntuales, alguna derrota y poco más, cosas del fútbol que no van más allá. En lo personal no tengo ningún momento malo y en lo deportivo tampoco. Cada vez que voy me siento como en casa.

-Cuando llega el Celta viene de salvarse en la última jornada. ¿Fue consciente a su llegada de que tenían equipo para lograr lo que lograron?

-No, no lo era. Tenía 21 o 22, años, era muy joven. Pero en el día a día te das cuenta de que ese equipo hizo lo que hizo porque era un equipazo. Recuerdo que cuado me marché otros compañeros se fueron a equipos grandes, como Dutruel, Míchel Salgado, Makelele... Fíjate qué jugadores estoy diciendo. También teníamos a Mostovoi, Karpin, Penev, Revivo, Mazinho, Juan Sánchez, Djorovic... Un equipo maravilloso. Los equipos venían a Balaídos con mucho respeto, sabiendo que era complicado sacar algo positivo, y nos sentíamos fuertes. Jugábamos bien al fútbol, tanto el primer año con Jabo como el segundo con Víctor y no era fácil ganarnos.

«Me sentí un jugador importante, valorado y querido»

-Siempre se habla del Celta de Mostovoi, Karpin o Mazinho. ¿Usted se sintió reconocido por su trabajo en esos años?

-Sí, siempre. Me sentí un jugador importante para el equipo y soy de los que piensan que en el fútbol no existen individualidades y lo importante es el grupo, que es algo que en el Athletic está muy acentuado. Me sentí valorado y respetado, de hecho tuvimos ocasión de seguir juntos más tiempo el Celta y yo, pero el Athletic ejerció la opción de recompra y me vine porque es mi casa.

-¿Cómo era compartir vestuario con esos pesos pesados que mencionaba antes?

-Un aprendizaje maravilloso. El segundo año tuve de compañero de habitación a Penev y el anterior a Djorovic y Eggen. No voy a decir que todo fue fácil, porque en el día a día siempre hay algunos roces y complicaciones, pero quitando esas cosas normales en un equipo de fútbol, para mí fueron años fáciles de llevar, de estar y participar. Fui una persona más madura en relación a mi edad y cuando en un grupo todos pelean por lo mismo, todo es más fácil.

«Me marcó mucho la profesionalidad de Mazinho, un ejemplo»

-¿Quién era el jugador que más le impresionaba en las distancias cortas?

-Todos eran maravillosos, Mostovoi era un genio y hacía cosas geniales; Karpin es el tipo de persona que querría para ir ala guerra, maravilloso, competitivo y ganador; Penev era un futbolista contrastado y lo demostró; Revivo era muy bueno; Salgado y Djorovic, también... Pero el que más me marcó fue Mazinho, un ejemplo dentro y fuera del vestuario, que llegaba el primero y se ba el último cuando había gando todo lo que había ganado y seguía siendo una persona increíble. Me llamaba la atención, te fijas en ese tipo de personas que demuestran que las cosas no son fácies, que hay que trabajarlas. Tengo un gran recuerdo de todos, pero si me tengo que quedar con algo es con la profesionalidad de Mazinho, un ejemplo para todos.

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-¿Cómo afrontaba los duelos contra el Athletic cuando era céltico?

-Con naturalidad. El primer año Jabo me castigó porque provoqué la quinta tarjeta para poder jugar en San Mamés y no le sentó bien, así que me castigó. Luego sí jugué en Balaídos. Durante esa semana recibes llamadas y te llegan cosas, estás un poco menos pendiente del partido de lo normal. Pero cuando llega el día, no digo ya la hora, te olvidas de todo y te centras en lo que tienes que hacer. Eres un profesional y tienes que defender lo que tienes en ese momento.

-¿Sigue pendiente del Celta a día de hoy?

-Sí, me gusta que gane siempre que no sea contra el Athletic, porque al final mi corazón es del Athletic, pero todo lo bueno que le pase al Celta para mí es una gran alegría. Guardo muchos buenos recuerdos, tengo amigos, algunos trabajando en el club con los que me llevo fenomenal, quedamos a comer cuando voy a Vigo, a jugar al pádel... Todo lo que le deseo al Celta es que le vaya muy bien.

«El Celta tiene una plantilla sobradamente buena para levantar esta situación»

-¿Y cómo está viendo al equipo esta temporada?

-No han empezando bien, pero tienen una plantilla sobradamente buena para levantar la situación y seguro que lo harán. Esto acaba de empezar, lo que pasa que en el fútbol cada vez hay más prisas y queremos todo para ayer. La Primera es difícil, complicada, pero no tengo dudas de que tienen plantel para hacer un buen año y lo conseguirán.

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-¿Qué espera del Celta-Athletic de este domingo?

-Los equipos llegan en rachas diferentes. El Celta viene de no estar cómodo y tener dudas, aparte de que teniendo en cuenta que han hecho buenos fichajes, quizá la gente espera más del Celta. Tiene nombres importantes pero hay que juntarlos para pulir cosas y darle tiempo. El Atlhetic es fiable defensivamente, un equipo rocoso al que le hacen pocas ocasiones de gol y tampoco genera demasiado. Tiene una cara en casa y otra fuera, donde le está costando sacar los partidos adelante. El Celta tiene que mejorar para poder rascar algo, si ofrece su mejor versión a nivel individual y colectiva es un buen equipo que jugando en casa puede ganar a cualquiera, pero si no está fino y se muestra impreciso, el run run del público por la trayectoria que lleva le puede complicar el partido. Pero lo veo igualado y el que menos errores cometa va a tener bastante ganado.

-¿No ve favorito al Athletic entonces mirando la clasificación?

-Lo veo igualado y el Athletic no puede confiarse en absoluto. En esta liga como te relajes no le ganes a nadie. Al margen de la situación de cada uno, todo depende de cómo salgas de concentrado y cómo afrontes el partido. Por tanto, veo un partido complicado para los dos en el que el Celta va a tener que dar una mejor versión que hasta ahora, pero también el Athletic debe mejorar lo visto hasta ahora fuera de casa. Es una incógnita.

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-¿Y usted en qué medida sigue vinculado al fútbol actualmente?

-El año pasado entrené al Sodupe en Tercera y esta temporada teníamos pensado dar un paso hacia adelante, pero de momento hemos tenido opciones de cosas que no nos han convencido y estamos esperando, con tranquilidad. Tengo tres hijas, así que lío no me falta (risas). Hago deporte y me dedico a mis cosas que tenemos. Llevo una vida tranquila, sin muchas complicaciones y esperando a que salga una opción deportiva que me guste para entrenar.

-Tiene claro que quiere seguir vinculado al fútbol.

-Sí, me he dedicado a esto toda la vida y estoy muy metido en este mundo. Si después de eso tienes la posibilidad de seguir vinculado a lo que has hecho toda tu vida, mejor que mejor. Es lo que me gusta, lo disfruto y lo conozco de siempre, es mi hábitar natural. Pero independientemente de eso, las cosas me van muy bien y no me puedo quejar.

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