De los 1.170 minutos de liga disputados, el conjunto vigués solo fue ganando en 91, el 7,6 % del total
12 nov 2019 . Actualizado a las 21:23 h.El Celta apenas sabe lo que es ir por delante en el marcador esta temporada y las dos veces que lo hizo consiguió quedarse con los puntos. En total, después de disputarse los primeros 1.170 minutos de liga (19 horas y media de fútbol), el equipo vigués solo ha sido capaz de estar en ventaja en 91 minutos repartidos en dos partidos (el 7,6 % del total). Por contra, el empate imperó en 639 minutos (54,7 %) y la derrota en 440 (37,6 %).
La victoria no es un bien se que prodigue mucho en este año complicado para el Celta. Hasta la fecha solo suma dos después de trece partidos, pero el equipo apenas ha podido experimentar la sensación de ir ganando. La vez que más tiempo estuvo el equipo celeste por delante en el marcador fue en las segunda jornada ante el Valencia, 75 minutos desde el que Toro Fernández marcase el gol que a la postre dio el triunfo. La segunda vez fue ante el Athletic de Bilbao, también en Balaídos, cuando Aspas marcó el tanto del triunfo a falta de 16 minutos. Fuera de casa, después de seis salidas, los vigueses todavía no han conseguido ponerse por delante en ninguna ocasión.
Por detrás en el marcador el equipo fue capaz de salvar dos puntos. Uno a domicilio, en el Sánchez Pizjuán, en donde fue perdiendo únicamente tres minutos, y en casa ante el Espanyol, que se adelantó al inicio del segundo tiempo y Santi Mina empató en el descuento. El otro punto llegó de un empate sin goles en el Metropolitano. Las dos únicas veces que el Celta equilibró un marcador adverso sin réditos fue en el Villamarín ante el Betis, con el gol de Fekir en el último minuto y el sábado pasado en el Camp Nou, porque el 1-1 apenas duró tres minutos. El de Olaza y el del Toro al Valencia fueron los únicos tantos del Celta en un primer tiempo en trece partidos.
Por detrás en el marcador el Celta ha ido más de un tercio de campeonato, en concreto 7,3 horas de juego. De hecho, su imbatibilidad en liga duró 12 minutos, el tiempo que tardó Benzema en marcar el primer gol del Real Madrid en Balaídos. A partir de ahí llegaron las derrotas ante el Granada, fraguada antes del descanso y con dos jugadores menos en el campo, Eibar y la racha actual de cinco partidos. De hecho el Celta no va por delante en el marcador desde el pasado 6 de octubre, hace 38 días.
Cambiar la dinámica y conseguir que el conjunto vigués sea el que golpee primero debe ser uno de los puntos a mejorar de Óscar García Junyent como entrenador. Máxime teniendo en cuenta que hasta la fecha ha sabido mantener el resultado, algo que no se le daba demasiado bien.
Los célticos perdieron el 46,4 % de los partidos desde la 16/17
El déficit de resultados no es nada nuevo para el Celta. Desde el comienzo de la temporada 2016/17 la balanza se ha vuelto en contra tras años de bonanza deportiva. Desde agosto del 2016 hasta el sábado el conjunto vigués ha disputado 127 partidos de liga con un bagaje de 38 victorias, 30 empates y 59 derrotas, resultado que se ha dado en el 46,4 % de los partidos.
A lo largo de este tiempo el tope de victorias se sitúa en las 13 conseguidas por los equipos de Berizzo y Unzué, cuatro menos que las llevaron a Europa al equipo en la 15/16 y que marcan el tope desde el retorno a Primera División.
Por contra, la temporada pasada los vigueses salvaron el año con 10 triunfos, la misma cantidad que también el dio la permanencia en la 12/13, el curso del famoso 4 %.
El cupo de derrotas vivió su máxima expresión en este ciclo en la campaña de la Europa League, cuando la liga se convirtió en una competición secundaria y el equipo terminó por recibir 19, muchas de ellas en la recta final del campeonato.
Al curso siguiente con Juan Carlos Unzué como técnico el equipo cayó en 15 ocasiones con otro mal final de liga una vez que el objetivo de volver a la cita continental se había convertido en un imposible. La cifra volvió a subir la tortuosa campaña pasada con 17 derrotas.
Tendencia
Los empates, por su parte, se dispararon en los dos últimos años. La campaña pasada fueron once, que a la postre resultaron fundamentales para la permanencia, y el año anterior fueron diez, cifras que chocan con los seis del último año de Berizzo.
En el curso actual la tendencia más acentuada es la de la derrota, con ocho en trece partidos, una cifra muy importante para estas alturas de temporada. Los vigueses son el tercer equipo que más perdió hasta el momento, tan solo por detrás de Leganés y Espanyol, los dos últimos, y que ya llevan nueve encima.
En las tres temporadas anteriores el denominador común para ese volumen de derrotas hay que encontrarlo en los goles encajados, sesenta o más goles en todos ellos. El tope está en los 69 de la 16/17, bajó en nueve al año siguiente y el curso pasado se cerró con 62.
Parecía que el Celta había encontrado una solución para ese apartado este curso, pero los números lo ponen en duda ya que después del 4-1 del Camp Nou la media de goles encajados por encuentro es de 1,4 (19 en total).
Por contra, perdió en gran medida su facilidad goleadora. El Celta, en estos tres años, siempre marcó más de 50 goles, una cifra que puede peligrar ahora después de un arranque con solo siete dianas a favor.