El acuerdo con el Nápoles está cerrado y el eslovaco pasará hoy reconocimiento médico en Roma
11 ene 2020 . Actualizado a las 22:11 h.Lobotka cambiará Mérida por Nápoles el fin de semana. Como se esperaba, no entró en la convocatoria para el partido de Copa del Rey ante su inminente salida al Nápoles y desde Italia apuntan que hoy mismo podría pasar reconocimiento médico con su nuevo equipo. Por su venta el Celta recibirá un fijo de 20 millones de euros, más un mínimo de dos en variables, convirtiéndose en la venta más alta en dinero de la historia del conjunto vigués por encima de los 18 que el Manchester City pagó por Nolito en el verano del 2017. El tercer lugar en el ránking histórico sería para Maxi Gómez, pero a los 14,5 millones de su venta al Valencia hay que sumarles el regreso de Santi Mina y la cesión por dos años de Jorge Sáenz.
El de ayer pudo ser el último día de Lobotka como céltico. El eslovaco entrenó con normalidad, pero a la conclusión de la sesión, Óscar García no lo convocó alegando que no le veía centrado para el partido y dejando entrever que su salida del Celta estaba muy próxima. Poco después, en Nápoles daban el acuerdo por cerrado y anunciaban que pasaría el reconocimiento médico a primera hora del sábado y que el lunes ya entrenaría con sus nuevos compañeros. El futbolista firmará hasta el año 2024 a razón de 1,8 millones de euros por temporada.
El eslovaco, que entra en el top 10 de los fichajes más caros de la Serie A italiana, se ha convertido en un negocio redondo para el Celta, que lo compró por cinco millones al Nordsjaelland y lo vende por 20 más variables al conjunto napolitano después de estar dos temporadas y media en Vigo. Con la camiseta celeste ha jugado un total de 90 partidos sin llegar a estrenarse como goleador. Su mejor temporada, con diferencia, fue la primera, con Juan Carlos Unzué como entrenador.
Los 20 millones le llevan a encabezar el extenso ránking de ventas del Celta, una lista en donde seis canteranos aparecen entre los 12 mejor vendidos de la historia del club. Míchel Salgado fue el primero en salir, al Real Madrid, en la temporada 99/00, y Iago Aspas el más rentable al dejar en las arcas más de 10 millones cuando se marchó al Liverpool después de la salvación del 4 %. Santi Mina dejó una cantidad muy similar cuando emprendió viaje al Valencia, igual que Borja Iglesias al Espanyol y Pape al Olympique de Lyon.
Con respecto a la rentabilidad, los diez millones de ganancia netos (incluso la negociación con el que el Nordsjælland podría ir en paralelo) que el Celta alcanza por Lobotka también se sitúan por encima de Maxi Gómez, que en su día costó cuatro y fue vendido por más de 14, llevándose el Defensor Sporting el 20 %. Makelele y Turdó fueron otros dos grandes negocios en su día. Por el francés pagó el Celta en el año 1998 400 millones de pesetas (2,4 millones de euros) y lo traspasó dos años después al Real Madrid por 14 millones de euros.
A Mario Turdó lo fichó el conjunto vigués por 500.000 euros (83 millones de pesetas) del Independiente argentino y tres años después, el Rennes francés pagó 10,8 millones (1.700 millones de pesetas).
«Hay algunas cosas que podía hacer mejor, no sé quien le asesora», dice Óscar García
Además de no convocarle y de dar casi el asunto por zanjado, Óscar García Junyent también le envió un mensaje a Stanislav Lobotka. Desde el prisma del entrenador del Celta «hay algunas cosas que podía haber hecho mejor, pero no sé quién le rodea o quién le aconseja». Quizás en relación con su comportamiento en redes sociales en los últimos días.
Antes de esta aseveración, mantuvo en su comparecencia que el eslovaco «entrena bien, pero prefiero un jugador al 100 % que pensando en otras cosas. Él me dijo que si quería jugaba, pero que supiera que no estaba centrado del todo a nivel mental», lo que lleva al entrenador a inclinarse por «otro jugador centrado», aunque describió a Lobotka como «uno de los mejores» futbolistas de la plantilla.
Y aun reconociendo su valía, tiró de pragmatismo para recordar que el dinero que Lobotka dejará en caja puede convertir al Celta en un equipo más competitivo en este mercado invernal. «La idea de reforzar el equipo era anterior a saber que podía salir. Si sale y el club ingresa un dinero, igual se puede aprovechar para alguna incorporación. El club tiene un gran departamento y trabaja en varias opciones».
Lobotka se marchará del Celta como un futbolista que después de un excelente primer año y otro y medio de trámite se fue sin despedirse en el campo, viendo el último partido en Balaídos en la grada. Durante este tiempo, raras fueron sus declaraciones donde no dejó ver su deseo de ir un equipo más potente en el concierto continental.
A lo largo de su carrera deportiva Lobotka ha pasado una media de dos temporadas en casi todos sus equipos desde que salió de su país natal. En el filial del Ajax, en el Nordsjælland y también en el Celta. Ahora debe echar raíces en Nápoles.