La cabeza del Toro sigue en el Celta

m. v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

David Aguilar

El delantero uruguayo, cuyo agente afirma que quiere salir, se mostró metido en el partido e implicado

24 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchas miradas estaban puestas ayer en el Toro Fernández, que disputaba su segundo partido como titular con Óscar García Junyent tras el primero de Copa, frente a la Peña Azagresa. Fue noticia esta semana al afirmar su agente, Flavio Perchman, que se le busca una salida del Celta («no hay nada concreto y va a jugar en Copa», adelantaba el representante ayer por la tarde a La Voz) en este mismo mercado.

Óscar hizo oídos sordos a esas declaraciones. En la previa dejó claro que el jugador no le había transmitido a él el supuesto deseo de salir y, aparte de convocarle, apostó por él en el once dejando a Santi Mina en Vigo. El jugador tampoco pareció tener la cabeza en otra parte una vez que comenzó a rodar el balón, sino que más bien dio la impresión de estar centrado en aprovechar una de sus contadas ocasiones para reivindicarse.

Suyas fueron la mayor parte de las ocasiones del Celta en el primer período. Aunque sin fortuna, se atrevió intentando varios disparos a puerta y se le vio luchador durante los primeros 45 minutos en los que el equipo ofreció una imagen más bien pobre ante un Mirandés que, por si fuera poco, se adelantó por mediación del tercer penalti consecutivo que se le señala al Celta por manos en otros tantos partidos (sucedió ante el Athletic Club y en la anterior eliminatoria de Copa, ante el Mérida).

Ya en la segunda parte, cuando Óscar dio entrada a Pione Sisto y Iago Aspas, el protagonismo del uruguayo se diluyó un poco, pero siguió luchando y tratando de desmarcarse hasta el último minuto. De hecho, protagonizó una gran jugada que desaprovechó un Aspas poco afortunado y que acabó enviando fuera.

Pero lo que quedó claro ayer en cuanto al Toro Fernández fueron las ganas que puso sobre el terreno de juego en busca de intentar ayudar al equipo. Además, resistió los 120 minutos sin dejar de correr pese a la falta de ritmo por su escaso protagonismo a lo largo de lo que va de temporada. No jugaba desde el 5 de enero en Balaídos frente a Osasuna y ese día había dispuesto de tres minutos; en su anterior aparición, aún en diciembre, solo de diez.

Tras el partido, el técnico del equipo repitió lo mismo que había dicho en la previa sobre él, que no le ha transmitido que quiera salir.