La afición salió de Balaídos a las 8.00 horas y vivió una jornada intensa de apoyo al equipo
17 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La afición del Celta hizo ayer un tremendo ejercicio de fe que se vio recompensado por el punto logrado en el Santiago Bernabéu, un escenario a priori nada propicio. Pese a ello, más de 700 aficionados viajaron desde Vigo en los autobuses puestos de manera gratuita por el club, y ya durante el viaje fueron calentando gargantas, en un ambiente festivo y de puro optimismo.
El celtismo acudió al hotel de concentración, desde donde animaron a los jugadores, que pudieron oírles nada más despertar de la siesta, como reveló Aspas, y despidieron su autobús rumbo al campo. Una vez allí, junto con la peña de Madrid Morriña Celeste, no pararon de animar y vibraron con la celebración de dos goles y la alegría de sumar un punto tras verse remontados. Los jugadores se acercaron a la conclusión a agradecer su apoyo. Para entonces, a ellos aún les quedaba regresar al autobús para el viaje de vuelta.