El tobillo, el pesado lastre de Denis

x. r. c. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El centrocampista jugó infiltrado ante el Leganés, pero los servicios médicos desaconsejaron la práctica y buscan su recuperación con días de descanso

29 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Denis Suárez arrastra problemas de tobillo desde el mes de septiembre pasado. Molestias que le han lastrado toda la temporada y que ahora han derivado en una artritis inflamatoria que le ha obligado a parar y que le descarta al menos para el partido de esta noche en Granada. Ayer en la sesión previa al partido saltó al césped diez minutos más tarde que sus compañeros para realizar trabajo individual con el recuperador Pedro Docampo.

«Tiene un problema desde hace tiempo en un tobillo. La semana pasada, en un entrenamiento, volvió a tener problemas en el mismo tobillo. Pudo jugar la semana porque estaba infiltrado, pero creemos que esa no puede ser la solución para entrenar cada día. El doctor nos recomendó que descansara dos o tres días y a ver si la semana que viene puede entrenar más normal. Estos tres o cuatro días le van a venir muy bien y seguro que la semana que viene estará mejor», comentó Óscar García.

Denis se perdió hasta la fecha cuatro partidos y todos ellos por el manido problema de tobillo, que a su vez ha derivado en que el de Salceda no pueda ofrecer el rendimiento esperado y que desde hace mucho tiempo perdiese la etiqueta de fijo en el once. De hecho con el técnico catalán solo salió de inicio en tres ocasiones (ante el Villarreal y el Valladolid poco después de llegar y el sábado pasado ante el Leganés).

Ante los pepineros, en la jornada anterior, su presencia en el once fue la principal novedad después de apenas entrenar con normalidad y quizás como recompensa al pase excelso que dio en el Bernabéu para el empate de Santi Mina. Ahora, que podía tener continuidad, vuelve a parar. Denis ya no saltó al campo de entrenamiento, por el problema de tobillo, el martes y el jueves apareció en el parte médico ya con entrenamiento individual.

Las lesiones ya le habían marcado la pasada temporada tanto en el Barcelona como en el Arsenal, en donde estuvo cedido el segundo semestre. Con los azulgranas padeció un problema muscular y en Londres fue la ingle la que le jugó una mala pasada.

El pasado verano Denis llegó a Vigo convencido de que le iba a dar un cambio radical a su vida deportiva y comenzó como un tiro la liga con tres grandes actuaciones, pero el partido con el Espanyol a finales de septiembre, y al que llegó casi de milagro, terminó por marcarle la temporada. Poco a poco su rendimiento, como el del equipo, fue bajando y el curso comenzó a torcerse.

Óscar García siempre repite que para completar la tarea de la permanencia el Celta necesita de sus buenos jugadores y que Denis es uno de ellos, pero cada vez queda menos liga para demostrarlo. La esperanza es que esté en condiciones para el partido de la próxima semana en el Coliseum ante el Getafe.

Denis recibió ayer el apoyo de la cúpula directiva del club con el presidente Mouriño y el director general Antonio Chaves a la cabeza. La dirección sigue confiando ciegamente en el catálogo balompédico del canterano, que tiene un contrato de larga duración por delante en Vigo.