Las intervenciones del meta del filial fueron claves para que el equipo de Onésimo pudiera sumar los tres puntos
02 mar 2020 . Actualizado a las 20:57 h.Llegado al Celta B en el pasado mercado de invierno para reforzar la portería debido a la lesión de Álvaro Fernández Calvo, Dragan Rosic se convirtió en indiscutible bajo palos nada más llegar. Y partido a partido ha ido justificando la elección primero de Jacobo Montes y luego de Onésimo Sánchez, a pesar de que el canterano Fran Vieites también había ofrecido un buen nivel en sus intervenciones. El cancerbero serbio, sin embargo, fue una pieza clave para la victoria del filial en el Cerro del Espino ante el Rayo Majadahonda.
Un gol de Jacobo González al inicio del duelo adelantó a los vigueses, que vieron cómo los locales empataban a la media hora de juego. Pero poco después de que los célticos volvieran a ponerse por delante con el primer gol con el equipo de Javi Gómez -otro de los fichajes del equipo en invierno-, el Celta B se quedaba con uno menos por la expulsión de Dani Molina. Y tocó sufrir.
Fue con uno menos cuando Rosic se convirtió en el salvador del equipo. Sus paradas, algunas de ellas espectaculares, fueron decisivas para que su equipo pudiera mantenerse en el partido y acabara sumando tres puntos vitales para continuar en la lucha por la salvación, aunque no le permitieron por el momento abandonar la zona de descenso.
Rosic llegó al Celta B como cedido con opción de compra por el Almería, donde había ejercido de tercer portero sin llegar a tener minutos ni a entrar en ninguna convocatoria. Ayer, el entusiasmo por sus paradas llevaba ya a algunos aficionados a pedir que el club empiece a plantearse ejercer esa opción de compra.