Hemeroteca | Vicente, en 1996: «Nunca me cansaré de dar las gracias a la afición del Celta»

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GRADA DE RÍO

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Tras su retirada, el hasta entonces capitán concedía una entrevista a La Voz

30 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Con motivo del 60 aniversario de Vicente, alejado de los focos desde hace años, se reproduce parte de una entrevista concedida por el mítico exjugador del Celta a La Voz de Galicia en el año 1996, tras su retirada del fútbol. Fue realizada por Xulio Vázquez.

-¿Qué resumen haría de sus dieciséis años como celeste?

-Me es imposible, porque ha sido mucha las vivencias que he tenido y no sabría resumir tantos años en el club en una sola frase.

-¿Cuáles fueron sus mejores momentos?

-Todos los ascensos y, en particular, cuando lo conseguimos en Sestao, porque la afición nos llevó en volandas al ayuntamiento. Asimismo, siempre recordaré esa final de la Copa del Rey en el estadio Vicente Calderón, que jugamos el 20 de abril de 1994 y perdimos ante el Zaragoza en la tanda de los penaltis.

-¿Y las situaciones más tristes?

-Fueron ambas extradeportivas y no muy lejanas, como sucedió con el vil asesinato de Quinocho, además del grave accidente que había sufrido nuestro compañero Alvelo, dejándolo parapléjico. Era un joven con una carrera muy prometedora en el fútbol y se le truncó de golpe, al tener que utilizar una silla de ruedas.

-¿Qué sentimientos se lleva del Celta?

-De un gran agradecimiento, porque me dio la oportunidad de formarme como persona y futbolista, además de darme la oportunidad de conocer a mucha gente y de hacer buenos amigos. Y la afición del Celta me emociona.

-¿Le resultó difícil asimilar que ya no le iban a renovar su contrato para esta temporada?

-El mal trago lo pasé cuando el entrenador me hizo saber que ya no iba a contar conmigo y cuando elconsejo de administración me comunicó que causaba baja.

-¿Qué ha sentido en su despedida?

-Es difícil expresar con palabras tantos sentimientos. Aún tendrán que pasar algunos días para que despierte de esa especie de sueño que he vivido en Balaídos. No se puede uno abstraer ante tantas muestras de cariño. Esos aplausos me han llenado de satisfacción. Nunca me cansaré de darle las gracias a la afición, porque siempre ha estado a mi lado, incluso en los momentos más tristes.

-¿Esperaba que fuera su última temporada con el Celta?

-La verdad es que no. Quizá se deba a que siempre intentas serle útil al equipo. Pero ha sido una decisión del cuerpo técnico y hay que aceptarla, porque es ley de vida.

-¿Cuándo se lo comunicaron?

-Había mantenido una conversación en el mes de febrero, pero me dijeron que la decisión no se tomaría hasta que el equipo tuviese asegurada la permanencia. Tras el partido disputado contra el Rayo, en Vallecas, me lo comunicaron.

-¿Le ha dado usted más al fútbol o al contrario?

-No. El fútbol me lo ha dado todo, además me formó como persona. Yo si no he dado más fue porque no lo llevaría dentro. Pero tengo la conciencia muy tranquila, en cuanto a la entrega y al sacrificio que siempre he puesto.

-¿Nunca llegó a plantearse la posibilidad de cambiar de aires?

-Tuve una oferta del Valencia, pero unos días antes había llegado a un acuerdo con Rivadulla, que era el presidente, para renovar con el Celta. Tal vez fue la oportunidad de mi vida, pero se esfumó, aunque tampoco me arrepiento de ello.

-¿Cómo le gustaría ser recordado?

-Como una buena persona, tanto en el mundo del fútbol como en la vida misma.

-¿No le podría suceder que alguna mañana se equivocase de ruta y apareciese en algún entrenamiento del Celta?

-Tampoco me extrañaría, porque han sido muchos años en este club. Además nunca daría el viaje por perdido, porque a buen seguro que me encontraría con muy buenos amigos.