El central tuvo que ser sustituido, mientras el guardameta pudo completar el partido
22 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El partido de ayer deja a dos futbolistas del Celta tocados: el guardameta Rubén Blanco y el central Jeison Murillo. El colombiano tuvo que ser sustituido en el partido en el que se estrenó como goleador celeste. Sufrió molestias en el muslo y se fue al banquillo con hielo en la zona, pero por el momento se desconoce el alcance de su lesión. El jugador se mostró feliz en redes por el resultado y por su aportación y en principio parece que podría estar disponible para el partido del miércoles frente a la Real Sociedad.
La misma situación es la de Rubén Blanco, que de hecho pudo terminar el encuentro, aunque durante un par de tramos del partido Iván Villar llegó a incluso a calentar por si tenía que sustituirle. El actual tercer portero, Dragan Rosic, fue uno de los descartes con Fontán.
En la rueda de prensa posterior al partido, Óscar García Junyent explicó lo que había sucedido con el mosense. «Rubén tenía una molestia física que no le impedía seguir jugando, pero en algunos golpeos tenía que ir con mucho cuidado, por eso hemos esperado hasta el último momento para hacer el último cambio», indicó. Finalmente, esa última sustitución fue la entrada de Joseph Aidoo por Jeison Murillo a falta de menos de veinte minutos para el final.
