El Celta prevé cerrar el ejercicio con beneficios pese a la pandemia

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Lalo R. Villar - LFP

Los vigueses, que pudieron mantener el contrato televisivo al completar la liga, tuvieron que asumir todos los gastos de los cedidos por la prórroga

24 jul 2020 . Actualizado a las 21:10 h.

Pendiente de cerrar las cuentas, el Celta espera mantener su tradicional tendencia y cerrar el ejercicio económico 19/20 con beneficios pese al hándicap de la pandemia y a vivir una segunda temporada nefasta en lo deportivo. El presupuesto aprobado en la junta general ascendía a 85,9 millones y el superávit previsto era de 4,4 antes de impuestos. En el escenario actual, mantener estos números es del todo impensable pero cualquier resultado en números azules sonaría a música celestial.

Porque en lo económico, el año que acaba de finalizar (en teoría a 30 de junio) fue igual de dramático que en lo deportivo. Para todos los clubes, el Celta incluido, la fuente de ingresos se detuvo por completo a mediados de marzo con el confinamiento obligatorio y todavía no se ha abierto el grifo en su totalidad, ya que el público sigue sin poder ir a los estadios y las entidades tuvieron que devolver dinero a sus abonados al no poder ver en directo los últimos seis partidos del campeonato (la previsión rondaría los 1,3 millones de euros). El apartado publicitario y de mercadotecnia también se ha visto afectado por los tres meses de parón.

No obstante, el Celta y el resto de los equipos sí que pueden recibir de un modo íntegro sus contratos televisivos, el principal sustento económico, al disputarse la totalidad de partidos en Primera División. A los vigueses les corresponden este curso 55,7 millones, el 64,8 % del total del presupuesto.

Para cuadrar las cuentas, un aspecto capital es la venta de Lobotka al Nápoles por 20 millones de euros (más dos en variables) el pasado mes de enero y la operación se debe computar en el ejercicio que acaba de finalizar. La venta de Stanislav es la más grande en dinero que ha realizado el conjunto gallego a lo largo de su historia.

En el capítulo de gastos, el club también tuvo que hacer frente a un epígrafe impensable a priori: cubrir un desembolso derivado de la extensión de la temporada hasta el mes de julio, lo que obligó al Celta a asumir todas las remuneraciones de los de futbolistas cedidos, que a priori a 30 de junio ya tenían que estar de regreso en sus respectivos clubes. Otro gasto adicional fueron los vueltos chárter, una directriz de la Liga de Fútbol Profesional que debieron asumir los clubes.

Octavo año con beneficios

De confirmar las cuentas el superávit, sería la octava temporada consecutiva dando beneficios de la entidad que preside Carlos Mouriño y que a día de hoy pasa por ser una de las más saneadas del fútbol español. El presidente habló en su día de unas pérdidas de unos 25 millones de euros por los efectos de la pandemia.

Hasta la fecha el conjunto vigués lleva acumulados 97,2 de beneficios en los siete años anteriores y con un superávit siempre por encima del previsto, algo que en este caso es del todo imposible debido a la situación. En cuanto a ingresos acumulados desde la vuelta a Primera, van 446,5. Para este curso estaba prevista una cifra de negocio de 61,9 que difícilmente se pudo conseguir.