Óscar trató de implantar su modelo de juego ya desde su debut
06 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.En el apartado táctico, Óscar trató de implantar su modelo de juego desde su debut como técnico celeste en el Camp Nou. Presión alta, posesión y variantes tácticas. Los cambios más significativos fueron la altura de la línea defensiva, así como el comportamiento en transición defensiva.
Con Escribá, el equipo en el momento de la recuperación estaba posicionado a una media de 77,9m de la portería rival, mientras que con la llegada de Óscar, suben un poco esta línea (76,5m de media). Con el valenciano, el equipo era mucho más cauto tras pérdida, buscando la reorganización rápida en un bloque medio-bajo, mientras que desde la llegada de Óscar el equipo ha demostrado una presión alta en campo rival donde los centrales contrarios estaban fijados con los dos delanteros celestes.
Esto provocó que en ocasiones el equipo se partiese en dos bloques en transiciones defensivas, encajando el 24% de los goles al contraataque con Óscar y el 21% con Escribá. A pesar de este dato, Óscar ha conseguido acabar la temporada siendo la segunda mejor defensa del Celta en los últimos 8 años.
En cuanto a realizar un fútbol más ofensivo que su predecesor, este planteamiento no se vio reflejado en los números finales del curso. Solo el Espanyol (27) y el Leganés (30) marcaron menos goles que el Celta esta temporada, firmando así uno de sus peores años en este aspecto. Además, el equipo trató de ser más práctico y vertical con balón (50% de posesión media, 51% con Escribá).
Durante toda la temporada ha alternado esquemas con cuatro defensores con otros con tres centrales y dos carrileros de mucho recorrido. Su principal sistema es el 1-4-3-3, condicionado por el posicionamiento de Rafinha partiendo de inicio como uno de los interiores. Su tendencia y carácter ofensivo transformaban ese 1-4-3-3 en un 1-4-2-3-1 en muchas ocasiones, especialmente cuando los otros dos centrocampistas eran de un corte más defensivo (Okay, Fran Beltrán o Bradaric).
Durante la temporada también ha utilizado un 1-4-4-2 clásico, en muchas ocasiones con ambos jugadores de banda con tendencia a meterse por dentro, especialmente tratando de juntar a Denis y Rafinha en el once (vs Leganés por ejemplo).
Podemos ver que de los 29 partidos con Óscar al mando, el entrenador optó por utilizar de inicio o al final del partido una defensa con tres centrales mayoritariamente en los partidos fuera de casa (58.8 % del total), así como contra equipos de la parte alta de la tabla (80 % vs equipos clasificados para la Champions League). Con este 1-3-5-2 que se transformaba en un 1-5-3-2 en bloque bajo el Celta ganó con la presencia de Olaza en posiciones más adelantadas (tres asistencias y tercer jugador de La Liga que más centros al área pone por partido).
Además, el equipo pudo llevar peligro con las llegadas desde la segunda línea de los interiores y la capacidad para filtrar pases en profundidad de Denis y Rafinha recibiendo en 3/4 de campo en zonas centralizadas. Además se sacó rendimiento a la capacidad física de Aidoo para salir de zona a interceptar o encimar, mostrándose cómodo a campo abierto (74 % entradas ganadas, el mejor del equipo en este apartado).
Haydée Agras es analista de fútbol viguesa y realiza informes para la empresa rusa InStatFootball y el Johor de Malasia.