Emre Mor, el poder de la mente

LA VOZ VIGO

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La ayuda del mentalista Kim Boye parece clave para el cambio radical del atacante del Celta, en vías de regeneración tras considerarse un caso perdido

14 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Cómo es posible que un jugador indolente y considerado un caso perdido sea capaz de dar un cambio radical en su vida deportiva? Esta es la pregunta que muchos se hacen con Emre Mor tras su estreno de Ipurua corroborando todo lo bueno que había anunciado el verano. La faceta mental parece clave para que el turcodanés pasase de ser un problema (ficha alta y nula aportación) a parte de la solución (le da profundidad y desborde al juego del Celta). Ahora falta por confirmar su redención definitiva. Que la recuperación no sea flor de una jornada sino que tenga continuidad en el tiempo.

MENTALIDAD

La irrupción en su vida de Kim Boye

Exfutbolista profesional danés que en su día estuvo a prueba en el Barcelona, Kim Boye se ha especializado en guiar los pasos de deportistas de primer nivel y tras encauzar a Braithwaite en el Barcelona, ahora se ha convertido en el coach mental de Emre Mor. El autor del libro Guerrero mental, parece haber encauzado la vida del céltico dentro y fuera del campo. «Todo lo que podamos hacer depende de la mente», dijo Braithwaite. Una frase que seguramente también la podría pronunciar Emre Mor en estos momentos. Por ahora transmite la impresión de un aplomo impensable conociendo su pasado. Él mismo llegó a reconocer que en el Celta había aflorado su lado oscuro.

PREPARACIÓN FÍSICA

Recurrió a un entrenador personal

Mor necesita crecer a nivel físico para complementar su tremenda calidad. Por eso después de tres años en blanco recurrió al final de la temporada pasada a Mads Tömörkènyi. «Es el mejor. Me está dirigiendo un entrenamiento muy especial, me está beneficiando mucho», comentó el futbolista del Celta, que parece tener más chispa que nunca y que además parece haber dejado a un lado sus problemas físicos. Como ejemplo, sus dos últimos partidos de celeste. En la anterior etapa pidió el cambio ante el Atlético de Madrid en abril de 2019 y ya no volvió a jugar. Ahora, se fue con molestias ante el Oviedo y siguió jugando la pretemporada. Incluso la semana pasada tuvo algún problema físico pero su rendimiento no se resintió ante el Eibar.

ÓSCAR GARCÍA

Confianza y mesura para guiar sus primeros pasos

Óscar García le ha dado confianza otorgándole la condición de titular en el primer partido de liga después de superar el examen del verano, pero lejos de meterle presión o echar las campanas al vuelo con lo que puede aportar el turcodanés, ha optado por la prudencia. Sin meterle presión ni crear falsas expectativas. «Si está centrado y entrena bien, siempre puede ayudar», comentó el técnico catalán tras el primer partido. «Si tiene esa pausa y esas ganas nos va a dar muchísimo», añadió el capitán Hugo Mallo tras la ópera prima.

POSICIÓN

La media punta y cerca de Iago Aspas

En su regreso al Celta se ha ganado, por el momento, a jugar en la posición que más le gusta: por detrás del punta, como enganche por el centro y con libertad para caerse al costado derecho. El sábado estuvo 85 minutos en el campo, salió airoso de los cinco regates que intentó, ganó 10 de los 15 duelos que disputó y tuvo un acierto del 79 % en el pase. Además de ser un dolor para la defensa armera.

IMPLICACIÓN

De vivir al margen, a tomarse en serio su profesión

Hace dos años, todo lo que tenía relación con Emre Mor eran líos y actitudes poco deportivas. Antes de salir cedido vivía al margen de su profesión y del Celta, como si nada le importase. Cuando volvió pidiendo clemencia lo primero que hizo fue transmitir por las redes sociales su compromiso con el conjunto vigués, algo que extrapoló al campo desde el primer día de entrenamiento.

ESCENARIO

De problema económico a solución deportiva

El Celta compró a Emre Mor por 13 millones al Borussia Dortmund en el verano del 2017. Durante tres años fue una inversión ruinosa y después de fracasar las dos cesiones, en la misma temporada, a Galatasaray y Olympiacos, el conjunto vigués estaba decidido a desprenderse de él (pese a tener dos años más de contrato) a cualquier precio. Sin embargo, en un contexto de mercado tremendamente difícil el jugador, si mantiene la tendencia, puede ser una solución deportiva para el juego de ataque y de paso revalorizarse. A sus 23 años, si quiere, todavía tiene mucho por decir.