Javi Hermelo y Caloi, que ejercía de segundo técnico, recuerdan la velocidad, el cambio de ritmo y el uno contra uno del culé en los torneos del fútbol base
29 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Ansu Fati pisará el jueves por segunda vez Balaídos. Lo hace apenas dos meses después del partido de la liga pasada, pero su descollante actuación en el estreno de Ronald Koeman como técnico del Barcelona lo sitúa en el medio de todos los focos.
Pero el fenómeno Ansu Fati (Guinea-Bisáu, 2002) viene de lejos. Cuando tenía 10 años ya apuntaban la mismas maneras y lo sufrieron los canteranos del Celta en los torneos del fútbol base. «Era rápido, parecía que no tocaba el suelo. Tenía un cambio de ritmo y una velocidad increíbles. Y uno contra uno, en donde ofrece su mejor versión», comenta Caloi, entonces segundo entrenador de un conjunto alevín en donde estaban Iker Losada, Iago Domínguez, Oliveira, Raúl Blanco, Óscar Gil y Javi Hermelo, entre otros.
Hermelo, que desde el juvenil del Celta pasó al del Mallorca, recuerda los duelos con la nueva estrella culé. «La primera vez fue siendo nosotros alevines B que jugamos un torneo en Cerceda. Era la primera vez que jugábamos contra el Barça y nos ganaron. Nos metieron una buena paliza y Ansu marcó un par de ellos. Meses después, siendo alevines A, coincidimos en la Arousa Cup, en cuartos jugamos contra el Barça y solo perdimos 2-1 después de empezar ganando y que nos anularan un gol. Ansu ya estaba».
Pero fue en un torneo fuera de Galicia en donde el extremo sacó a pasear la bestia balompédica que lleva dentro. Caloi lo avisó en el vestuario antes de salir a jugar. «Nuestro segundo entrenador, Caloi, nos dijo a los defensas: ‘Controlad bien a Ansu’, pero era complicado. Ya estábamos avisados». Pero fue igual. «Nos pasaron por encima y él fue el mejor de largo. No hubo partido, era un querer y no poder», comenta el técnico y jugador, ahora metido en labores de representación.
Ansu Fati formaba tándem en ataque en aquel equipo con Take Kubo, que luego se mudó al Madrid y ahora está cedido en el Villarreal. También estaba Eric García, ahora en el Manchester de Guardiola. «Jugaba con 3-1-2 y los de arriba eran muy móviles, tanto él como Kubo, y eran indetectables, aparecían por todos los lados. En el juego de posición que tenía el Barça en el fútbol 7, ellos dos arriba eran completamente desequilibrantes, Ansu incluso más que Take».
Entonces ya anunciaba maneras de jugador descomunal, pero Caloi no quiere apoyarse en lo que vio en aquellos días para hablar del extremo azulgrana. «Sería ventajista decirlo, en ese momento ya era completamente diferencial, pero siempre es difícil llegar a la élite».
Desde Mallorca, defendiendo los colores del filial bermellón en la Tercera balear, Hermelo mira con perspectiva todo lo que está generando el que fue su rival no hace mucho tiempo. «Cuando lo veo pienso que estando Ansu ahí yo jugué contra él y cualquiera de los que jugamos contra él, en algún momento podríamos hacer lo que él está haciendo. No a ese nivel de marcar muchos goles y estar en la selección española con 17 años, pero sí de poder jugar a nivel profesional. Hace nada estaba jugando contra nosotros y ahora flipamos con lo que hace Ansu».
El privilegio de compartir
Además, se da cuenta del privilegio que fue poder disputar ese tipo de torneos en donde se median a los cracks del futuro. «Lo ves ahora y miras hacia atrás y dices: ‘Tuve bastante suerte de poder jugar esos torneos’. El año en el que el Celta subió nos dio caché para ir jugar en torneos en donde solo pueden competir los equipos de Primera División».
Ahora, quizás pueda dar un par de consejos de cómo frenar a un jugador que deslumbró en su debut y que se puede convertir en el sucesor de Leo Messi. El argentino lo bendijo desde el primer día.