«Quiero que al ver al equipo digan: 'Este es el Celta de Óscar'»

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

El entrenador del Celta habla sobre las claves de su idea de fútbol en una charla con Àlex Delmàs

01 oct 2020 . Actualizado a las 12:32 h.

El entrenador del Celta, Óscar García Junyent, mantuvo una charla con el exjugador y analista Àlex Delmàs en la que, sobre todo, profundizó sobre sus ideas futbolísticas, aunque también hizo algunas referencias concretas a su poyecto actual en Vigo. Reiteró el sabadellense que se siente «contento de empezar desde cero aunuqe tras una pretemporada bastante atípica» por las circunstancias derivadas de la pandemia.

Cuenta el técnico que pese a no ser una pretemporada «al uso», han podido aprovecharla para algo que considera fundamental: «Hacer ver a los futbolistas cómo queremos jugar esta temporada», indicó. Volviendo a sus inicios en Vigo, recordó que «cuando llegas a mitad de temporada sabes que el equipo no está bien, que hay problemas, porque si no, no cambian de entrenador». Por eso, como ha relatado en otras ocasiones, lo primero fue un «análisis rápido» de por dónde se podía mejorar como equipo.

Enseguida tuvieron claro que a nivel defensivo, encajando uno o dos goles por partido «iba a ser complicado» lograr el objetivo de la permanencia. «Se había ido Maxi, que aseguraba diez o quince goles, y no teníamos un jugador que ayudara a Iago con esas cifras. Tuvimos claro que teníamos que fortalecernos a nivel defensivo», detalla. Confiaban en que seguirían «creando ocasiones o incluso aumentarlas», pero lo primero era bajar las que les creaban.

Son cambios que no se producen de un día para otro, subraya. «Necesitamos un tiempo y con la pandemia tuvimos que estar parados quizás en el mejor momento», apunta. Después, cuando más cerca parecía la permanencia, se complicaron las cosas. «Al ser un equipo joven, acusamos el nerviosismo, estar luchando por una cosa para la que no estábamos preparados. Pero al final seguimos en Primera y encantados de comenzar esta temporada desde cero».

Lo que le define como entrenador

Óscar se define como un técnico «que solo está tranquilo cuando su equipo tiene el balón y, sobre todo, en campo contrario». Para conseguirlo, tiene claro que hay que adaptarse a los jugadores de los que se dispone. «A lo mejor quieres jugar con extremos y no los hay. Y ahora con la pandemia no puedes fichar lo que quieras ni que salgan los jugaodres que quieres que dejen espacio para que otros vengan». Pero más allá de eso, sostiene que tiene «una identidad de juego y de equipo muy clara», que es como quiere que jueguen sus equipos.

Asume Óscar que el sistema con el que juegues depende de los fichajes que puedas hacer. «Si tienes libertad para fichar lo que quieres vas a utilizar tu sistema, fichas a los jugadores apropiados. Eso pasa en pocos equipos. Pocos entrenadores pueden decidir qué jugadores fichar; en posiciones, un poco más», indica. Consciente de que a nivel económico no todos los equipos están igual, admite que en el Celta se ha tenido que «adaptar un poco más», pero que lo más importante para él no es el sistema, «sino la identidad, que alguien vea al Celta y diga: ‘Este es el Celta de Óscar´». En ocasiones le hubiera gustado jugar con tres centrales y dos jugadores de banda que dieran profunidad, pero no los tienen, ahonda.

Para Óscar, la pérdida de identidad se produce «cuando al antrenador le entran dudas», por eso valora los entrenadores «con las ideas claras» de cómo quieren jugar. Y eso no significa emplear siempre el mismo sistema. «No es cierto que Cruyff jugara siempre 4-3-3», ejemplificó. «Un sistema puede depender de las características de los jugadores, pero la idea del entrenador tiene que estar clara. Si los jugadores no te ven convencido, es lo peor que te puede pasar».

De Cruyff die también que le ayudó a entender lo que era el fútbol cómo se jugaba y por qué pasaban las cosas. «Era muy bueno a la hora de analizar los partidos, te explicaba por qué estabas mal colocado, te daba soluciones. Llegaba un momento en que sabías lo que pasaba y qué hacer para cambiarlo». Recuerda que les proporcionaba una información «brutal» y revela que es de los pocos técnicos con los que jugaba «pensando y no por inercia». También fue el primer entrenador que tuvo a nivel profesional tras «el gran Quique Costas» -vigués y excéltico- en el filial.

Su sociedad con su hermano Roger

Óscar le explicó a Delmàs que ya le había propuesto a su hermano Roger trabajar juntos en otras ocasiones, pero por diferentes razones no se había dado. Aunque consciente de que «no es para nada fácil trabajar con la familia», se lo volvió a sugerir en el caso del Celta y aceptó. «Estoy contento porque tienes en el staff a alguien de confinaza total, sabe cómo pienso y yo sé cómo iensa», señala. Muchas veces nos están de acuerdo. «No quiero tener la verdad absoluta. Tengo que decidir, pero me gusta que gente de mi staff tenga opiniones distintas y luego valoraré qué es lo mejor».

Considera Óscar que el reparto de tareas entre los miembros de su equipo es esencial. «Ya durante la semana todos tienen claro cuál es su rol, los que traje yo y los que había aquí. Es trabajo mío en pretemporada organizar al staff», dice. Cuando empieza el partido, cuenta que todo el mundo tiene claro su papel, con gente que ve el partido desde arriba y cada uno sabiendo «qué tiene que analizar y qué información tiene que hacer llegar», sobre todo en los primeros diez o quince minutos.

Además, revela Óscar que para él es clave conocer cuanto antes al jugador y a la persona. «No es lo mismo que te digan una frase a ti o a otro. Cada uno tiene su carácter y si levantas la voz, a uno puedes hundirle y otro va a estar más motivado», comenta. El catalán procura diferenciar si «a uno puedes picarle, a otro cogerlo del brazos, de la espalda, tocarle la cabeza... Intento conocer cuanto antes cómo tratar al jugador para sacar su máximo rendimiento en beneficio suyo y del equipo».