Un trienio de altibajos para Brais Méndez

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El mosense renovó su contrato con el Celta el pasado verano

21 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos días se cumplieron tres años del debut con el Celta de Brais Méndez. El papel que hoy en día tienen jugadores como Gabri Veiga o José Fontán correspondía en la temporada 2017/2018 a un Brais con ficha del filial que comenzaba a despuntar y que por aquel entonces era una incógnita, pero que ha acabado consolidándose en el primer equipo. En su día Juan Carlos Unzué le abrió la puerta, pero el canterano llegó para quedarse.

Sin embargo, lo ha hecho experimentando muchos altibajos en lo que a su protagonismo y rendimiento se refiere. El mejor ejemplo es esta misma temporada. Frente al Eibar en la primera jornada, Méndez vivió su única titularidad del curso. En los dos partidos siguientes partió como suplente y dispuso de 19 y 31 minutos ante Valencia y Valladolid, respectivamente. Y a partir de ahí, ha estado inédito en los tres encuentros siguientes, frente a Barcelona, Osasuna y Valencia.

No es algo nuevo en un Brais que en su primera temporada con el primer equipo sumó 951 minutos en 20 partidos e incluso se estrenó como goleador en San Mamés al mismo tiempo que echaba una mano en el filial, al que regresó para disputar la fase de ascenso cuando ya era a efectos prácticos futbolista del primer equipo.

En la temporada siguiente, ya con ficha de Primera, recibió incluso la llamada de Luis Enrique con la selección española, con la que debutó y marcó frente a Serbia. Más allá de que no volvió a ser llamado, ese curso firmó sus mejores números en Primera, con 2.383 minutos y siete goles. Participó en 32 partidos, 27 como titular, y se ganó la confianza de los tres entrenadores, aunque en más de una ocasión se convirtió en objetivo de las críticas.

Y la temporada pasada, después de que en verano se le relacionara con varios equipos, su protagonismo fue mucho más irregular. Sus cifra de partidos como titular se redujo casi a la mitad, la de minutos descendió en cerca de un millar y se quedó sin ver portería.

El pasado verano, el club oficializaba su renovación -le restaba solo un año de contrato y las posturas parecieron estar lejanas al acuerdo durante un tiempo- y el jugador agradecía la confianza depositada en él en un año difícil. Ahora tiene 32 jornadas por delante para recuperar su mejor versión y ser una pieza importante en el equipo. Es uno de los jugadores de los que se espera un paso adelante.