El catalán no tiene noticias del club y esta mañana comenzará a preparar el partido de Sevilla después de que el asturiano rechazara al Celta por motivos deportivos
09 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El tiempo juega a favor de Óscar García. Dos días después del partido ante el Elche, se mantiene la incertidumbre sobre el futuro del banquillo del Celta y lo único claro es que el catalán debe dirigir esta mañana la sesión de trabajo en A Madroa. Ayer, su hermano Roger ejerció de segundo técnico siguiendo en directo el partido del Celta B ante el Unionistas en el que participaron en la segunda mitad tres de los futbolistas que están en la dinámica del primer equipo: Carreira, Gabri Veiga y Miguel Rodríguez. Roger estuvo en las inmediaciones de un palco que ocupaban el presidente Carlos Mouriño y Felipe Miñambres.
Desde el club, como de costumbre, se impone el silencio y dos días después del último partido nadie ha dicho una palabra en ningún sentido, lo que alimenta el clima de inestabilidad que se vive en el último mes. No obstante, ayer Marcelino García Toral descartó la propuesta del Celta, que atendía sus peticiones en lo económico, si bien no le convenció el proyecto deportivo. Para el mercado de invierno, la única previsión del club era incorporar a un solo futbolista.
Con dos semanas de parón por delante (el Celta volverá a jugar el sábado 21 de noviembre en el Sánchez Pizjuán), no puede darse por cerrada la continuidad de Óscar García después del empate en el Martínez Valero. De hecho, el catalán fue el primero en mostrar dudas al respecto nada más finalizar la contienda ante el Elche. Sin embargo, el paso de las horas debería calmar la situación.
Lo único claro hasta el momento es que Óscar García dirigirá el entrenamiento esta mañana desde las diez y media en A Madroa, donde comenzará a prepara la visita al Sevilla, aunque lo hará sin cinco internacionales. El entrenador célticos se siente con ganas, contento de la imagen y del juego ante el Elche y preocupado por no materializar el ingente número de ocasiones que creó el equipo, un aspecto a mejorar y en el que seguramente incidirá si al final tiene tiempo para seguir trabajando en el Celta.
Mientras tanto, su hermano Roger García aprovechó el domingo libre para seguir la evolución del filial en Barreiro, especialmente de los jugadores que ya han debutado de mano de los García Junyent en Primera División. Carreira disputó media hora como lateral derecho y Gabri y Miguel Rodríguez saltaron al campo en la recta final. El único que faltó fue Fontán, que estaba sancionado con el primer equipo.
Negociación paralela
Por otra parte, el club no detuvo su maquinaria para intentar convencer a Marcelino. Además de los contactos con la dirección deportiva, el propio Mouriño mantuvo contacto con el técnico asturiano para intentar convencerle.
En el fondo, y quizás eso sea lo más crítico, da la impresión que la continuidad de Óscar García está más condicionada a por la negativa del extécnico del Valencia que por el convencimiento de que el catalán puede sacar adelante la nave.
Óscar García renovó el pasado verano su contrato firmando por una temporada con otra opcional y en caso de despido el Celta, ya apretado por el límite salarial, tendría que hacer frente a la totalidad del pago del año, más la ficha del hipotético nuevo inquilino del banquillo. En los dos últimos años hubo ceses en el Celta en el mes de noviembre pero en ambas ocasiones la liga estaba más avanzada ya que esta temporada comenzó en septiembre.
