Intensidad y músculo en A Madroa

La Voz VIGO

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RC Celta

Eduardo Coudet apura el paso en su desembarco en el Celta con dobles sesiones

17 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Eduardo Coudet ha llegado a la carrera al Celta. El argentino sabe que dispone de una semana para introducir su ideario y no parece dispuesto a perder ni un segundo, por mucho que esté sin los seis internacionales de la plantilla en estos momentos. Después de una toma de contacto del fin de semana, el entrenador ordenó dos días de doble sesión dentro de un programa en donde la intensidad y el músculo, para intentar construir un equipo físico parece el punto de partida, forman una parte esencial aunque sin olvidar el balón. El aspecto psicológico es otro frente que atender por el extenso cuerpo técnico.

«Intensidad», «perfílate para darle un buen pase, firme» son algunas de las frases que se escuchan en el día a día en el trabajo de A Madroa. Coudet llegó a Vigo dejando claro que le gustan los equipos físicos y dando a entender que tiene materia prima para conseguirlo en el Celta, y para eso necesita mucho músculo para plantar batalla a escuadras tan poderosas como el Sevilla.

«Dale velocidad a la bola» es otro de los reclamos de los ayudantes del Chacho, conscientes de la importancia que tiene el juego rápido en una liga como la española en donde cada segundo de despiste penaliza. Cuanto más rápido se juegue, más posibilidades hay, en teoría, de poder sorprender al rival.

El aspecto psicológico tampoco puede quedarse al margen en la primera semana de Coudet. Una victoria en nueve jornadas y dos años tenebrosos no son el mejor escenario para que la plantilla tenga el tanque de la confianza lleno, todo lo contrario. Aprovechar su energía y el efecto de su llegada se antojan claves para comenzar a cambiar el panorama.

De un modo paralelo, los célticos tienen que comenzar a preparar el partido ante el Sevilla y lo hacen sin sus tres centrales y sin sus tres mediocentros, todos ellos internacionales, y por el momento en la mecánica de sus respectivas selecciones.

En el mejor de los casos, el nuevo entrenador no podrá disponer de Murillo, Aidoo y Araujo hasta el jueves o el viernes, lo que podría abrir la puerta a algún movimiento con David Costas o Jorge Sáenz y que sobre todo aumenta exponencialmente las opciones del canterano José Fontán, que ahora tiene una nueva reválida después de convencer con anterioridad a Óscar García.

La falta de mimbres para construir el primer once en esta semana de estreno todavía es más grave en el caso de los mediocentros, ya que el único jugador que se puede adaptar a esa demarcación y que está en Vigo es Gabri Veiga.

Especial podría ser el caso de Okay, sin protagonismo en el Celta y con 180 minutos encima con su selección. El cambio de entrenador podría darle una oportunidad en el once, pero el turco juega el miércoles y como mucho solo entrenará con el resto del equipo el viernes. Además, Tapia llegará en la misma fecha pero después de jugar solo un partido, mientras que Okay puede volver con hasta tres en sus piernas. Beltrán es el tercero en discordia.

Con este panorama, Coudet puede incidir en otros dos aspectos pendientes: las bandas y la finalización. Es cierto que el Celta carece de extremos puros salvo Nolito, pero ese panorama no va a cambiar antes de visitar al Sevilla y el técnico argentino ya se las puede ir ingeniando para encontrar una solución de emergencia. En el trabajo diario y en las características de los jugadores debe ir encontrando una solución.

Lo mismo sucede con el ataque, pero con la salvedad de que Coudet cuenta con la sólida baza de Aspas. Alrededor del moañés debe construir el argentino la mejor solución para que el Celta encuentre los caminos del gol, ya sea con un compañero como Santi Mina o como delantero de referencia en un 4-2-3-1 que en teoría parece el dibujo predilecto del nuevo inquilino del banquillo vigués. Ahí entraría en danza el ejército de medias puntas.