Estreno con innovación táctica

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

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Coudet debuta en el Celta poniendo en práctica el 1-4-1-3-2 que le hizo triunfar en Sudamérica, formando un once repleto de medias puntas y delanteros

21 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Eduardo Coudet se estrena con un nuevo libro de estilo. Apostando por una variante táctica que llevará al Celta a posicionarse en un 4-1-3-2 ante el Sevilla, lo que significa llenar el campo de talento con medias puntas de marcado acento ofensivo y hacer coincidir de inicio a los únicos dos delanteros que tiene en la plantilla en estos momentos. Una arriesgada apuesta que quiere completar con agresividad, intensidad y esfuerzo solidario. Y lo hace ante un equipo sobrado de músculo y calidad como el Sevilla.

El Chacho, todavía pendiente de poder sentarse en el banquillo por un tema burocrático, desembarca en el fútbol europeo con el mismo carácter volcánico que exhibió en los banquillos de Sudamérica. A pecho descubierto.

Poco importa que solo pudiera entrenar un día, y en la víspera del partido, con todos sus jugadores disponibles. El argentino llegó a Vigo dispuesto a mantener la idea de juego que le llevó a triunfar en Argentina y Brasil y hoy pasará el primer examen. El más importante, enfrentarse al Sevilla con un solo pivote de contención y colocar por delante a tres jugadores que tienen en mente más el balón que la marca. Brais Méndez puede ser la principal novedad en una línea de tres medias puntas que también incluye a Denis Suárez por el carril central, su espacio preferido, y que deja la izquierda para Nolito, el único jugador que puede tener la etiqueta de extremo en la plantilla actual. Los tres deben incidir en la presión alta tras pérdida, pero también deben replegar cuando el sistema defensivo, solidario y comprometido según el técnico, lo requiera.

La idea de juego incluye, asimismo, quemar todas las naves ofensivas de inicio. Si Coudet apuesta por Santi Mina y Iago Aspas de partida ya no tendrá recambio de nueve en el banquillo para una posible eventualidad.

Esta revolución táctica no parece ir de la mano con un cambio sustancial de actores en el once. Al contrario, salvo Brais Méndez, los diez restantes han sido los más asiduos con Óscar a excepción de Rubén Blanco por lesión. En defensa se mantienen Hugo Mallo, que recupera la capitanía, y Olaza en los laterales -está por ver cómo se posicionan- y Aidoo y Murillo apuntan a dupla de centrales. A día de hoy, el ghanés parece el más fiable de todos.

Lo que nadie duda es que el Celta saldrá con la energía renovada. En esta ocasión el manido dicho (argentino) de que el esfuerzo no se negocia está más que confirmado. Todos quieren ganarse el puesto y convencer al entrenador, el punto de partida para pensar que los vigueses podrían volver a ganar ocho partidos después. Por mucho que enfrente esté un equipo Champions, con un plantillón, y en esta ocasión sin el peaje de Europa.