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El Celta espera recuperar el césped de Balaídos en un mes

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

M. MORALEJO

El terreno de juego no pudo ser regenerado el pasado verano como todos los años y ahora paga las lluvias de noviembre

22 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Coudet se quejó del estado del césped tras el partido con el Alavés y anunció una reunión con los responsables de la empresa concesionaria, Royalverd, para buscar una solución. Ese encuentro ya tuvo lugar el mismo domingo y el Celta espera que en el margen de un mes el campo esté totalmente recuperado aprovechando las salidas consecutivas a Granada y Madrid, para jugar con el Atlético, de finales de enero y principios de febrero. El problema es que tiene mucha agua y está muy blando.

Cada año, al final de temporada, el césped de Balaídos recibe trabajos de regeneración, una práctica que necesita ocho semanas, un tiempo que no hubo en esta ocasión ya que la liga finalizó a mediados de julio y el recinto se utilizó hasta finales del mismo mes cuando se disputó la fase de ascenso de Tercera a Segunda B.

A esa falta de regeneración se le unen ahora las lluvias del mes de noviembre, de lo más copiosas en el 2020 y muy por encima de la media habitual en Vigo para esa época del año hasta el punto que el estadio sufrió una inundación la semana pasada sin ir más lejos. Esta situación hace que el campo tenga un importante exceso de agua que pasa factura en el césped, mucho más blando de lo habitual.

Ante esta situación y ante la imposibilidad de regenerarlo ahora por no disponer de ocho semanas, el Celta se reunió con la empresa Royalverd, que es la concesionaria, el pasado domingo para ver qué tipo de cuidados se podrían realizar para recuperar el recinto de juego. Ahora será la empresa la que entre con sus máquinas en Balaídos y aproveche las fechas para recuperar lo máximo posible el césped.

En las próximas tres semanas, el recinto solo tendrá un partido, el del miércoles 30 ante el Huesca, a partir del 10 de enero se repetirá la secuencia porque hay un fin de semana sin fútbol (reservado para la Copa) y a finales de mes los vigueses deben afrontar el doble enfrentamiento a domicilio ante Granada y Atlético de Madrid. El 14 de febrero, en la visita del Eibar, el césped ya debería ser el tapete habitual.

Como telón de fondo aparece la pandemia. No porque el club obviase los cuidados del césped durante el confinamiento, ya que los célticos tuvieron un retén en Balaídos todos los días, sino que la variación del calendario y un verano seco no ayudaron en absoluto y más tarde la situación se vio empeorada por las lluvias.