Mina, delantero vital sin marcar

X. R. C. VIGO

GRADA DE RÍO

RC CELTA

El vigués, recuperado, solo lleva un gol, pero se ha convertido en un futbolista clave para el juego aéreo, la presión al rival y para liberar a Aspas en ataque

28 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Santi Mina cayó lesionado el pasado 14 de diciembre, encadenaba su mejor racha como titular desde hace un año: cinco partidos. Curiosamente, y pese a ser el delantero de referencia, su peso en el equipo se mide más el trabajo que realiza que en los goles, y su ausencia obligó a Eduardo Coudet a improvisar delantero para salir indemne del trance. Si el vigués vuelve el miércoles ante el Huesca, los célticos pueden recuperar su estructura habitual, en la que se sienten más cómodos.

Con Santi Mina en el campo, el Celta se asegura poder aéreo ofensivo, juego de espaldas, presión a la línea defensiva rival y sobre todo un dique de contención para liberar a Iago Aspas. Los números confirman el primer extremo: con el vigués en el césped, el equipo superó en nueve balones aéreos al Granada (28 frente a 16) con 3 de Santi Mina, y tan solo perdió por uno (19/18) ante un equipo tan aéreo como el Athletic. Con el céltico ganando cuatro de esos duelos.

El día del Cádiz desapareció del campo a la media hora por su lesión de hombro y los amarillos dominaron el espacio aéreo en Balaídos (15/21), igual que el Alavés seis días después (10/23). Ante el conjunto cadista, Coudet apostó por un 4-1-4-1 con el partido muy encarrilado y ante los babazorros vistió a Brais Méndez de nueve y en Getafe fue Nolito quien hizo las veces. Ninguno de los dos son virtuosos del juego aéreo, aunque el argentino regó de elogios al mosense en este sentido tras superar al Alavés.

En ninguno de los dos partidos Coudet pensó como alternativa en Lautaro, un delantero con menos centímetros pero con un perfil con semejanzas con el exvalencianista, lo que invita a pensar que el Celta buscará en el mercado un perfil parecido al de Santi Mina para cubrir cualquier eventualidad en la segunda vuelta.

El invento del técnico bonaerense tenía como principal objetivo mantener a Iago Aspas fuera del radar de los centrales para que el moañés hiciese esa doble función de asistente y goleador. Y es en esta ecuación en donde Santi Mina tiene mucho que decir. En el Celta actual no se le pide ni que sea revulsivo, como en el Valencia, ni que aporte muchos goles, ahora lo importante es que abra espacios para su socio de ataque.

A su lado, Aspas, ante el Granada, no tiró ni una sola vez a puerta, pero intervino de un modo directo en los tres goles, en parte porque Mina sostuvo a la zaga rival. Aquel día el Celta acabó con 12 disparos, cuatro de ellos del atacante. Ante el Athletic se repitió la historia y Iago dio dos pases claves y entró en contacto con el balón en 27 ocasiones.

Por el contrario, en el último partido de Getafe el equipo perdió músculo en ataque y Iago ya no pudo desatascar la maraña de piernas colocada a su alrededor por Bordalás, aunque acabó marcando de penalti. Coudet reconoció después del partido que echaron de menos a un delantero de referencia para poder complicarle más la vida al Getafe. «Nos adaptamos al juego sin tener las mejores características para un juego de este tipo. Teníamos la necesidad de un delantero de retención, que a veces en este campo te da tener una segunda pelota para empezar a jugar».

Porque Mina también tiene se cualidad de retener el balón, aguantarlo de espaldas y habilitar los espacios para desarrollar a continuación el ataque en mejores condiciones. Aparentemente recuperado de su lesión en la clavícula, acumula dos sesiones entrenando con el grupo y, si nada se tuerce, el miércoles podrá recuperar la titularidad ante el Huesca en un partido clave para comenzar a distanciarse de un rival directo.