El Granada, que ya ha disputado 33 partidos, está vivo en todas las competiciones
30 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Con un presupuesto de 70 millones, una cifra similar a la del Celta, y un tope salarial de 56,4 millones, por debajo que los vigueses, el Granada es el equipo que más partido le está sacando a sus recursos y el único de clase media que se codea con los grandes y que sigue vivo en las tres competiciones, además de haber batido su récord de puntos en una primera vuelta en Primera.
Porque los de Diego Martínez sumaron 28 puntos en el ecuador de la temporada, superando los 27 del año de su retorno y sin desatender sus obligaciones en las dos copas en las que están inmersos. En la Europa League se verán las caras con el Nápoles después de finalizar como segundos en su grupo por detrás del PSV con un punto menos y en la Copa del Rey hicieron los deberes en las primeras rondas y ahora se medirán con el Barcelona en cuartos de final. El curso pasado fueron semifinalistas del torneo.
33 partidos encima
El Granada es en estos momentos el equipo del fútbol español con más partidos encima. Disputaron tres previas de la competición continental, los seis partidos de su grupo, 20 de liga y cuatro de Copa del Rey. En total llevan en sus piernas 33 partidos, casi una liga, a golpe de 30 de enero.
Y por el momento, en absoluto acusan el desgaste como demuestra su posición en la liga, séptimos y con Europa a tiro. Y todo porque el conjunto nazarí ha conseguido un plantel amplio y de garantías. No con los nombres del resto de la corte continental, pero sí jugadores que presentan un rendimiento similar. En el fondo de armario radica la gran diferencia con respecto al Celta. Porque aunque sea Manchís, Milla, Montoro, Gonalons, Soldado o Suárez, el máximo goleador con cinco dianas, son los nombres más conocidos, todas las apuestas de Diego Martínez ofrecen un buen rendimiento.
Porque por encima de todo, el entrenador vigués ha sabido crear un conjunto camaleónico, capaz de presionar en bloque alto para crear peligro tras robar el balón, como de atrincherarse en medio campo arropando a Rui Silva, un portero de máximas garantías. Un equipo.
