Hay una palabra que resume los 100 días de Coudet para mí: simplificación de los mecanismos defensivos. Pasó seguramente a la forma más rudimentaria de defender, que es la de perseguir hombre a hombre, y la de emparejar rivales. Y eso hizo que aunque el esfuerzo físico sea mucho mayor, algo se ve en el número de kilómetros recorridos por los jugadores, que siguen en los cinco más altos de media que en el ciclo anterior. Pero al mismo tiempo, ha conseguido minimizar el número de errores defensivos y le dio mucha seguridad al equipo.
El ataque del Celta en la actualidad creo que es una consecuencia de defender más ordenados. Las transiciones son mucho más organizadas. También influye la ubicación de ciertos jugadores como Denis o Brais, que ahora están en sitios a priori más coherentes y el equipo fue ganando en solvencia ofensiva. Como siempre, no se puede olvidar la aparición de Iago Aspas en momentos claves, la recuperación de Santi Mina con respecto al gol, Nolito también ha crecido.
Aunque tenga un once muy definido, al Chacho no se le puede discutir nada cuando sacó al equipo de la zona peligrosa, pero ahora, con la acumulación de partidos, veremos si a los jugadores que están participando habitualmente les puede pasar factura en lo físico y, por el contrario, si los que no están participando pueden pagar ese rol de suplentes en el aspecto anímico.
Una de las rémoras fue el tema de la salida de balón, pero aquí también se han impuesto los mecanismos simplificados. Diría que la simplificación de todo le ha sentado muy bien al equipo y una vez que llegan los resultados todo es más fácil.
Más allá de los números, las sensaciones cambiaron completamente, pasando de transmitir una sensación de equipo que iba a pasar muchas dificultades a estar en una zona tranquila, aunque con rachas. Coudet le ha cambiado la cara al equipo, que ahora es capaz de competir en cada partido.