El equipo fichaba en el verano del 96 a Mostovoi, Mazinho y Revivo
19 jul 2021 . Actualizado a las 11:13 h.En la temporada 1997/1998, el Celta celebraba tras vencer al Mérida en la última jornada de Liga su regreso a Europa 27 años después. Tras la primera incursión de los 70 -con los Manolo, Juan Fernández, Quique Costas, Jiménez o Rodilla-, el equipo volvía para quedarse, con seis participaciones consecutivas y grandes noches de gloria. Fue lo que dio en llamarse el EuroCelta y sus orígenes hay que buscarlos hace ahora 25 años, con los fichajes de tres piezas claves de las temporadas posteriores.
En junio se cumplía el aniversario de la llegada a Vigo del primero de los tres en orden cronológico, un Mazinho que llegaba con la vitola de campeón del mundo y cuyo fichaje fue todo un acontecimiento. Semanas más tarde, se cerraría la contratación del único jugador que, a ojos de algunos, todavía discute a Aspas el ser el mejor de la historia, Alexander Mostovoi. Y el último de los tres en sumarse al proyecto era Haim Revivo, otro jugador fundamental de ahí en adelante.
Mazinho
«Mazinho dice sí», titulaba La Voz en junio de 1996 después de que se llevara ya días hablando de la opción del brasileño, que no acababa de concretarse. No había sido fácil, hasta el punto de que el entonces presidente, Horacio Gómez, viajó a Brasil para tratar de convencer al jugador, que entonces tenía 30 años cumplidos. El centrocampista comentaba entonces que sus reticencias venían dadas «por los problemas con el Valencia», el club donde había jugado las dos temporadas anteriores.
Gómez admitía que el refuerzo era fruto de un importante esfuerzo económico porque «lo bueno siempre es difícil de conseguir» y Mazinho, presentado ante 1.000 espectadores en Balaídos, prometía «trabajo y honestidad». Disputó 135 partidos en cuatro temporadas, marcando diez goles. Y en Vigo se criaron sus hijos, Thiago y Rafinha, que también vestiría posteriormente la camiseta del Celta en las temporadas 2013/2014 y 2019/2020.
Mostovoi
Hubo que esperar a mediados de julio, y también después de semanas con su nombre a vueltas, para que se cerrara el fichaje del jugador que iba a marcar un antes y un después: Alexander Mostovoi. Aterrizaba en Vigo el 20 de julio de 1996 comprometiéndose por tres temporadas, aunque terminó defendiendo la camiseta del Celta durante ocho, hasta el 2004. Llegaba desde el Estrasburgo a cambio de 300 millones de pesetas que le convertían en el jugador más caro de la historia del club hasta ese momento.
Los inicios del Zar como céltico no fueron un camino de rosas. Para la historia queda el episodio que protagonizó en el Molinón y sus declaraciones en múltiples ocasiones sobre las deficiencias de las instalaciones celestes en esos tiempos. Sin embargo, con el tiempo acabó disputando 290 partidos y anotando 72 goles, siendo la llegada de Karpin en 1997 clave para su estabilización. Entre medias, algunas de sus renovaciones trajeron quebraderos de cabeza.
Revivo
Fernando Castro Santos, entrenador del Celta en aquella temporada 96/97, decía de Revivo durante la pretemporada y a los pocos días de tenerle a sus órdenes: «Es un jugador muy hábil y que tiene mucha fantasía en sus botas». Y si ya deslumbró en los amistosos de aquel verano, el celtismo podría comprobarlo en los años siguientes, en los que el israelí intervino en 153 partidos y anotó una treintena de goles hasta su despedida, en el año 2000.
Conocido inicialmente como Vivo -incluso llegó a llevar ese nombre en la camiseta-, fue el primer futbolista israelí en jugar en La Liga y deslumbró. Sus convicciones religiosas llegaron a interferir en algunos horarios de partidos del Celta debido al Yom Kipur.
Una temporada agónica
En aquel curso 1996/1997, el Celta certificó la permanencia en la última jornada con un triunfo por 4-0 ante un Real Madrid que ya no se jugaba nada en ese momento. Finalizaron decimosextos con 49 puntos en una liga de 22 equipos -por el ajuste de la crisis de los avales de 1995-.Unos números discretos pero que iban a dar paso a una etapa histórica con Irureta, en la temporada de la clasificación, y Víctor Fernández, las siguientes cuatro temporadas, al frente.
En el verano del que se cumplen 25 años, el club llegó a invertir más de 1.000 millones de pesetas y aparte de las tres figuras también incorporaron a Dutruel -portero de gran relevancia en esos años-, Juanma Prieto, Chemo del Solar, Josema, Diezma, Dutuel, Javi González y Belenguer. En las temporadas sucesivas irían llegando otros puntales del EuroCelta como Karpin, Djorovic, Cáceres, Makelele o Gustavo López, sin olvidar al canterano del momento, Míchel Salgado.