El argentino marcó dos goles y dio la asistencia del primer gol ante el Ebro en la primera eliminatoria
30 nov 2021 . Actualizado a las 23:26 h.El Celta solventó el trámite y confirmó que sus dos argentinos de campo, Franco Cervi y Augusto Solari, han dado un paso adelante. Frente al Ebro, de Segunda RFEF, el exBenfica fue el hombre del partido con dos tantos y una asistencia y Augusto marcó el golazo de la noche. Todo, en una contienda que el Celta controló de principio a fin pese a la rebeldía de los maños en los primeros minutos de partido. Los de Eduardo Coudet cogieron la Copa del Rey sin confianzas, y avanzan a la segunda ronda sin ningún sobresalto: 0-5. Lo único negativo del partido fue la lesión de Galhardo, casi al arranque del encuentro, lo que deja a los vigueses sin recambio para la delantera (a la espera de que se confirme la dolencia).
Lo mejor del primer tiempo fue el golazo de Augusto Solari y la participación de Franco Cervi. Los dos argentinos que ayer ocuparon las bandas del conjunto vigués fueron los encargados de encarrilar una eliminatoria en donde el Celta tiró de acierto. Thiago Galhardo tuvo la primera oportunidad antes de lesionarse, pero entre la ocasión del brasileño, en el primer minuto, y la de Miguel Baeza a la media hora, hubo muchos minutos de voluntad e intentos de presión del Ebro y juego a cuenta goles de los vigueses, que se atascaban en el pase ante la nutrida y organizada zaga del cuadro maño.
La volea de Baeza, tras un servicio de Tapia, otro de los activos en el partido, fue el punto de partida para que el Celta comenzase a inclinar la primera eliminatoria antes del descanso. Cervi, con un eslalon con cambio de ritmo incluido, sirvió un buen balón a Santi Mina, que apenas pudo descansar por la lesión de Galhardo, para que el vigués marcase el primer tanto de cabeza. Era el minuto 31 y 11 después Solari pegaba un golpe letal al partido con una delicatesen. Hizo un control orientado con el tacón, se dio media vuelta y sin mirar a portería puso el balón pegado al segundo palo. Una obra de arte.
El segundo tiempo fue un ejercicio de control por parte del Celta, que se dedicó a contemporizar con el balón en sus pies, sin sufrir en la retaguardia, y que remató la faena con tres goles más y aprovechando además para dar descansos. Cervi fue uno de los que se marcharon antes de tiempo, pero después de marcar dos dianas en el intervalo de cuatro minutos. La primera tras una buena acción de Santi Mina por el centro. El vigués limpió el espacio de rivales y entregó una asistencia que el argentino convirtió en gol con un buen tiro cruzado y la segunda, con un excelente control de tacón para acomodarse el balón y volver a enviar el esférico al fondo de las mallas.
Con el 0-4 el Ebro buscó el tanto del honor y disfrutó de un par de ocasiones, pero ninguna de ellas puso a prueba a un Rubén Blanco que en su regreso no tuvo que hacer ni una sola parada. Abel Suárez, con un cabezazo, y Chárlez, con un tiro cruzado, fueron los que estuvieron más cerca.
En la última media hora, Coudet refrescó el equipo e incluso sacó del campo a Santi Mina situando como delantero a Brais Méndez, que le cedió el quinto a José Fontán tras un lance en donde pudo ser objeto de penalti. Era el último minuto del partido. El próximo domingo, el Celta vuelve a la liga con Balaídos como duro examen.
Ficha técnica
Ebro: Rubén Cebollada; Sarriegi (Iñaki Santiago, m 58), Meseguer (Jorge Pérez, m 58), Jorge Adán (Ballesteros, m 73), Ayoze, Nahuel; Nando Quesada, Abel Suárez, Miguel Díaz (Sola, m 58); Chárlez y Altube (Marvin, m 66).
Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo (Veiga, m 61), Domínguez, Murillo, Fontán; Okay Yokuslu (Nolito, m 61), Tapia; Solari, Baeza, Cervi (Kevin Vázquez, m 61); y Galhardo (Santi Mina, m 24)(Brais Méndez, m 70).
Goles: 0-1, m 32: Santi Mina; 0-2, m 43: Solari; 0-3, m 54: Cervi; 0-4, m 58: Cervi; 0-5, m 92: Fontán.
Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó con tarjeta amarilla a Chárlez, del Ebro.
Incidencias: partido correspondiente a la primera eliminatoria de la Copa del Rey disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 4.500 espectadores.
