Después de tres años patinando a las primeras de cambio, el Celta quiere avanzar hasta la cuarta ronda con un once con ocho rotaciones pero reconocible
05 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta pretende llegar cuatro años después a la cuarta eliminatoria de la Copa del Rey. El curso pasado, el Ibiza le apeó en la segunda ronda; hace dos, fue el Mirandés en la tercera, y el anterior, la Real Sociedad en el primer cruce. Para conseguirlo, debe superar a un Atlético Baleares, de Primera RFEF, tan longevo como el conjunto vigués, y que en la segunda ronda envió al Getafe a casa con una manita (5-0). Un serio aviso para la tropa de Eduardo Coudet.
Los vigueses, que se toman la Copa en serio, recuperan efectivos y podrán confeccionar un once de lo más aseado y, además, hacer rotaciones. Hugo Mallo y Renato Tapia dieron negativo el sábado y ya están disponibles, igual que Jeison Murillo, que regresó de Colombia; Thiago Galhardo recibió el alta y Kevin Vázquez superó el proceso gástrico que le dejó fuera de combate en el Villamarín.
Uno de los dos laterales derechos, probablemente el capitán Hugo Mallo, será una de las ocho posibles novedades en el once de Copa con respecto al que salió triunfador del Villamarín. Rubén Blanco apuntaba a jugar su tercer partido de la temporada, todos ellos en el torneo copero, pero se ha caído de la convocatoria por contacto con un positivo por covid-19, por lo que jugará Matías Dituro. En la zona defensiva todo indica que Carlos Domínguez será el único que repita con respecto al domingo. Porque además del lateral derecho, Murillo podría ocupar un lugar en el centro de la zaga y Fontán oficiará una vez más de lateral izquierdo.
Del medio campo para arriba se abre el abanico de posibilidades. Una de ellas es que Coudet apueste por un doble pivote ante la falta de efectivos en ataque, lo que posibilitaría que Okay Yokuslu y Tapia coincidiesen en la sala de máquinas del conjunto celeste. Esa opción permitiría jugar con un solo punta y entre los tres de la plantilla actual, Thiago Galhardo podría ser el elegido tras recibir el alta. Dependerá de cuál sea su nivel físico después de estar un mes parado (su última comparecencia fue en la segunda eliminatoria de Copa del Rey ante el Andorra).
De lo contrario, Santi Mina sería la alternativa. Está por ver si Iago Aspas entra en su primera convocatoria copera, ya que por segunda vez en tres días el Celta la escondió en la víspera, algo nada habitual hasta ahora. Como sucedió en Andorra, en la línea de medias puntas solo repetirá Denis Suárez, dejando la derecha para Gabri Veiga y la izquierda para Nolito, que perdió la titularidad en la liga en favor de Cervi.
El once, pese a los cambios, parece reunir las máximas garantías, pero sin una sola confianza ante un rival que ocupa plaza de play off en el grupo segundo de la Primera RFEF y que se cargó al Getafe endosándole cinco goles. Casi todos ellos, con centros laterales y lances a balón parado, dos artes con los que tradicionalmente sufre el Celta, que a diferencia de la visita a Andorra, en esta ocasión no tendrá que pagar el peaje del césped artificial.
El histórico conjunto balear, fundado en 1920 y que pasó por mil avatares en sus cien años de vida, no renuncia a sus opciones de dar una segunda campanada y volverá a apostar por los Vinicius, Canario, Cordero y compañía, que fueron letales ante la escuadra de Quique Sánchez Flores. Calm, el técnico local, recupera para la contienda a Hugo Rodríguez y Jesús Álvaro, pero ninguno de los dos apunta a titular en un once de gala. Además, el Baleares, sin liga el pasado fin de semana, llega de lo más descansado y con la cita preparada a conciencia. Para desconfiar.