Bustos: «Mi paso por el Celta fue una gran etapa en la que crecí como jugador y persona»
GRADA DE RÍO
![](https://img.lavdg.com/sc/TMJJ-KGgY7DXSsGKY9i5arVWTo0=/480x/2022/03/29/00121648585202602728585/Foto/VM30P37F1_221846.jpg)
El excéltico agradece que la afición viguesa siempre premió su esfuerzo y profesionalidad
30 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta es el equipo en el que Cristian Bustos vivió la etapa más larga de su carrera como futbolista en activo. «Más de cien partidos», repite en más de una ocasión a medida que se le va preguntando por aquella experiencia. En su momento, pensó que no podía decir no al equipo vigués y nunca se ha arrepentido de la decisión que tomó. En Vigo, además, forjó una amistad con López Garai que dio pie al tándem que ambos forman como entrenadores -ahora, sin equipo-. A día de hoy, sigue al club todo lo que puede.
-¿Cuál es su balance de su paso por el Celta?
-Muy positivo. Al final, fueron tres temporadas y media, con contrato varios años más en que fui cedido. Digamos que llegué al Celta en horas bajas, en un momento complicado del club, y se cumplieron las expectativas, salió todo bien. En el año de Eusebio, empezó a salir gente joven, como Iago y Hugo, gente joven y de casa, que era la propuesta del Celta para crecer como club en una etapa difícil. Se sentaron las bases, en el segundo año casi subimos en el play-off y en el tercero se subió. A partir de ahí, ya es historia, porque el Celta se ha mantenido en Primera. Y mi paso fue muy bueno, más de 100 partidos con esa camiseta, un ascenso y me siento realizado con una etapa bonita en la que crecí como jugador y como persona. Las sensaciones son muy buenas por el trabajo hecho allí.
-¿Cómo surgió la posibilidad de fichar?
-Había hecho un gran año en Salamanca y terminaba contrato. Me acuerdo que quedaban tres meses para terminar la liga, no iba a seguir y tenía varias ofertas encima de la mesa de equipos potentes de Segunda e incluso alguno de Primera. Pero cuando Torrecilla firmó, llegó la propuesta del Celta, se la comunicaron a mi representante y hay una llamada de Miguel diciendo que aceptemos, que el Celta es un gran club y tengo que ir allí. Además, era un contrato de cuatro años, una apuesta fuerte por mí, y cómo le vas a decir que no al Celta. Salió bien, todo es agradecimiento.
-Mencionaba a Iago Aspas y a Hugo Mallo. ¿Les auguraba entonces trayectorias tan largas en Primera División?
-Sí. Cuando llegamos, Iago ya había hecho esos goles contra el Alavés que salvaron al Celta de un descenso que hubiera sido catastrófico. Lo hablo mucho con López Garai: cuando llegamos, era un chico joven, pero el talento que tenía no era normal, lo tenía todo. No es por apuntarnos un tanto, pero Garai me lo decía: «Este chico es de otra categoría, otro nivel». Le faltaba coger ese poso, esa experiencia. Y ahí está, ha demostrado que es el mejor delantero de la historia del Celta. Hugo subió ese año, era un lateral que, con 18 años, se veía que tenía mucha fuerza, rigor táctico, era fuerte defensivamente y le veías una proyección grande. Aunque al ser defensa, no es tan vistoso como Iago, pero ha hecho una carrera importante. Y también otros jugadores de aquel equipo que no han tenido suerte en Primera pero sí han hecho sus caminos.
![Iago Aspas, López Garai y Cristian Bustos, en un entrenamiento del Celta en Melgaço en el 2009](https://img.lavdg.com/sc/iJQAkbTsjrGnKORMisU35LpiF1w=/480x/2022/03/29/00121648585502487211931/Foto/VM30P37F1_222340.jpg)
-Con ellos dos se reencontraron usted y López Garai en un amistoso de pretemporada cuando estaban al frente del Tenerife.
-Sí, hace dos temporadas y media. Hicimos la pretemporada en Melgaço, porque nos gustó mucho el sitio también de haber ido con el Celta. Te aíslas de todo, se trabaja bien y al plantearnos el director deportivo hacer un staff fuera, nos decidimos por esa opción y cuadramos aquel amistoso con el Celta, que aunque tenía la agenda apretada, nos lo puso muy fácil. Fue bonito, porque se desplazó mucha gente de Vigo y nos reencontramos con ellos; aunque mantenemos contacto constante, nos volvimos a ver en persona.
-Volviendo a su paso por Vigo, ¿con qué momentos se queda aparte de su único gol, al Madrid, y el ascenso?
-Hay un momento que, a pesar de ser triste, queda grabado porque fue el impulso para después conseguir el ascenso. Me refiero a la llegada a Peinador después de la eliminación en los penaltis en el play-off de Granada. Creo que ahí se fragua el ascenso, con la energía que recibimos, es un momento que te llega. Había sido un gran año, se dio continuidad al proyecto y a Paco Herrera. Después de un fracaso, o de un no éxito como este, ver que la gente está ahí tras alto tan duro, que te den ese apoyo tan grande de cara al año siguiente es algo que guardas para el recuerdo.
![Bustos tiene un recuerdo muy especial del recibimiento tras el play-off fallido del 2011](https://img.lavdg.com/sc/_KqnjN_1ttTmwTWYUcuH9ADTaZU=/480x/2022/03/29/00121648573982411550409/Foto/VM30P37F1_191226.jpg)
-¿Y en el plano negativo?
-Alguna lesión y mi desvanecimiento, que fue un momento difícil que no te esperas. Recuerdo que lo había hecho muy bien ese año, y estaba recién renovado. Por suerte, no fue nada, pero fue un susto, un momento duro. Cuando maduras, dejas el fútbol y lo analizas todo bien, te das cuenta de que los momentos malos son cuando te lesionas y no puedes participar; la derrota forma parte del deporte, y cuando no juegas o juegas menos, también. Ahora, como entrenador, lo iras de otra forma. Con el paso del tiempo, pesa mucho más lo positivo.
-¿Y cómo recuerda el adiós al Celta, el momento de desvincularse?
-Muy sencillo. La relación había sido siempre muy buena, como lo es a día de hoy. Primero me fui cedido al Sporting, fue un año malo con una fascitis plantar que me tuvo seis o siete meses fuera de combate y jugué el play-off, pero renqueante, y al volver había perdido el hilo en Primera, Berizzo me comunicó que no seguía y no nunca he sido un impedimento. Buscamos una solución, el Mallorca se interesó y rescindimos en un minuto. Con alguien que te ha dado tanto y has vivido cosas tan buenas, hay que ser agradecido. Seguí mi camino, pero está claro que vas cumpliendo años y el nivel va disminuyendo.
-¿Es el Celta uno de los clubes más importantes en su carrera?
-Sin duda. De hecho, es en el que más tiempo he jugado, más de cien partidos, y conseguir un ascenso marca siempre. Encima, el Celta es un club importante en el panorama nacional e incluso internacional con alguna participación europea. Sin duda alguna.
![Con Paco Herrera, al que tuvo varias temporadas en Vigo](https://img.lavdg.com/sc/RbKJn9xTakrCirdjka4jmkCzhN8=/480x/2022/03/29/00121648573983912964999/Foto/VM30P37F1_191233.jpg)
-¿Qué recuerdo le quedó del celtismo?
-Muy bueno, conmigo se han portado siempre muy bien. Podía estar más acertado o menos, pero considero que lo dejaba todo en el terreno de juego y siempre me lo han premiado. Han valorado el esfuerzo, porque un jugador de mis características tampoco te da espectáculo con goles, pases al hueco o regates, pero el esfuerzo y la profesionalidad creo que han sido máximos y se han visto recompensados y reflejados en lo que me han apoyado siempre.
-¿Echa de menos su etapa de futbolista en activo?
-Es un miedo que tienes cuando ves que se acerca la retirada. Para una persona a la que le gusta tanto competir, tener que dejar lo que ha hecho toda la vida y más sabe hacer es complicado. Pero con mi amigo López Garai teníamos claro que queríamos entrenar juntos. Él empezó en mi último año, cuando yo estaba en el Lorca, y luego pude incorporarme. Teníamos más que hablado que queríamos hacer nuestra carrera juntos y eso te sacia a nivel competitivo, porque parece que te quitan un trozo de ti cuando dejas de competir en el fútbol que es lo que más te gusta. Lo más bonito es jugar; ser entrenador es una faceta diferente, pero bonita también.
-¿Cómo surge ese tándem suyo con López Garai?
-En Vigo, que fue donde nos conocimos. Él sale del Salamanca, nos conocimos por un amigo común. Luego, nos enfrentamos -Bustos, en el Salamanca y Garai, en el Castellón-, en una acción le doy un codazo, me expulsan, me disculpo al final y ese fue el primer roce. Dio la casualidad que al año siguiente los dos firmamos en el Celta y ahí se juntan dos locos del fútbol, dos futboleros totales. Desde entonces se ha formado un nexo tan grande que somos grandísimos amigos, vivimos el fútbol de una manera increíble cada día, cada minuto. Somos dos apasionados de este deporte y tuvimos claro que cuando se fueran terminando nuestras carreras, queríamos intentar seguir juntos este camino del fútbol en los banquillos. Así está siendo y a ver si conseguimos pronto otra vez entrenar.
-Y, mientras, decía que ve mucho fútbol. ¿Presta una atención especial al Celta?
-Sí. Veo fútbol de todo tipo, mucha Segunda, porque es el mercado que más se acerca a nosotros, pero claro que veo los partidos del Celta siempre que puedo.
-¿Qué le parece el Celta de Coudet?
-Me gusta. La afición del club siempre ha querido un fútbol atractivo, tienen mucho potencial ofensivo, jugadores de mucho nivel y opta por una propuesta vistosa, de ir al ataque sin esconderse. Está haciendo las cosas bien y es una pena que esta temporada no hayan podido engancharse a la parte alta.
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