El futbolista del Celta y David Goldar declararon a puerta cerrada en la primera sesión del juicio por presunta agresión sexual; también testificó la denunciante
29 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Una relación consentida. Ese fue el argumento, según informaron fuentes judiciales, de Santi Mina y David Goldar ante la jueza en la primera jornada del juicio contra el futbolista del Celta por presunta agresión sexual que ayer se celebró en la Audiencia de Almería a puerta cerrada. En la vista oral también declararon la denunciante y dos de los tres testigos previstos, ya que un tercero renunció. El juicio continuará el miércoles y el jueves, ya con audiencias públicas.
En la vista, que finalizó minutos antes de las tres de la tarde, los dos futbolistas ofrecieron una versión exculpatoria de los hechos, argumentando ante el tribunal que había sido «una relación sexual consentida». A la conclusión de la sesión ni Fátima Rodríguez, letrada de Santi Mina, ni Miguel Ollé, abogado de David Goldar, quisieron pronunciarse sobre la declaración de sus defendidos, mientras que Iván Bolaño, el abogado de la denunciante, se limitó a indicar que «hay que dejar que el tribunal trabaje y la justicia opere».
El paso previo al inicio del juicio fue la solicitud de la acusación particular de reiterar la petición, que ya formuló en su escrito de calificación provisional, para que las tres sesiones se celebrasen sin público y sin medios de comunicación para preservar el derecho a la intimidad de la víctima. Finalmente, y después de un pequeño receso, la magistrada Társila Martínez decidió que la sesión de ayer se celebrase a puerta cerrada, pero las del miércoles y el jueves serán de forma libre.
Santi Mina y David Goldar llegaron a la sede de la Audiencia de Almería sobre las nueve y media de la mañana, con media hora de antelación con respecto a su citación, y en medio de mucha expectación mediática. Los dos hicieron acto de presencia a bordo del mismo vehículo y acompañados por sus abogados, cruzando con paso apresurado la acera para adentrarse en el edificio principal en donde tenía lugar la vista oral.
Santi Mina se enfrenta a una petición del Ministerio Fiscal de ocho años de cárcel como presunto autor de un delito de agresión sexual de los artículos 178 y 179 del Código Penal. El Fiscal solicitó para David Goldar el sobreseimiento, pero la acusación particular lo considera colaborador necesario y solicita para el ahora jugador del Ibiza nueve años y medio de cárcel, idéntica petición que para Santi Mina.
El juicio analiza los hechos ocurridos cinco años atrás, en concreto el 16 de junio del 2017. Según el escrito fiscal a Santi Mina y David Goldar se habían ido a su caravana en compañía de la denunciante «con ánimo libidinoso y para satisfacer su apetito sexual, a pesar de la manifiesta voluntad contraria de la víctima». En el relato se explica que el delantero vigués entró en la caravana completamente desnudo, «sorprendiendo a los otros manteniendo relaciones sexuales».
En ese momento, según la descripción, la víctima, «al verse sorprendida en tal situación», se sentó en la cama «llevando únicamente puesto el sujetador, tapándose los senos, esperando que este se fuera». En ese momento, continúa el relato, Santi Mina se dirigió a ella diciéndole: «Mira, chica, tú me gustas mucho y creo que deberíamos hacer algo», a lo que contestó que se había ido con David Goldar.
Según se recoge en el escrito, estos hechos provocaron que la denunciante presentase un parte de lesiones extragenitales. Además, el informe añade que la víctima, como consecuencia de lo ocurrido «presenta sintomatología ansiosa y depresiva grave relacionada con los hechos, habiendo resultado muy afectada su vida cotidiana, sufriendo trastorno por estrés postraumático crónico directamente relacionado». El informe médico puede resultar clave para la resolución final del juicio, que se reanuda mañana a las nueve y media.
Las sesiones previstas para el miércoles y el jueves serán a puerta abierta
La de ayer fue la única sesión a puerta cerrada del juicio contra Santi Mina, que se reanudará mañana, decretándose que tanto el miércoles como el jueves serán a puerta abierta.
Para mañana está previsto que declaren en calidad de testigos cinco agentes de la Guardia Civil y tres detectives privados. En la segunda jornada, además, también prestarán testimonio otras tres personas en calidad de peritos. Para el jueves, última fecha prevista, está previsto que declares siete peritos más y, a continuación, las partes expondrán sus informes finales y el juicio quedará visto para sentencia.
El debate sobre si el juicio debía ser a puerta cerrada vino generado por un escrito de Iván Bolaño, el abogado de la denunciante, señalando que «al ser los acusados personajes públicos, el juicio es un hecho apetitoso para la prensa, pero celebrar en audiencia pública supondría un claro perjuicio para la víctima», reclamando la más absoluta intimidad para su defendida. El fiscal Miguel Blasco, también en la misma línea expresada en su escrito de denuncia se unió a la petición de la acusación particular con un escueto «nada que objetar».
La defensa de David Goldar planteó un conflicto de intereses entre «el derecho a un juicio público, fundamental en un estado de derecho democrático», y el derecho de los implicados «a su intimidad, porque los hechos que ella y ellos van a narrar son situaciones que afectan a su esfera más íntima. Especialmente por lo que se va a vertir en este acto de juicio, la publicidad es una garantía para demostrar a la sociedad y a los medios de comunicación la esencia del verdadero uso del dolo penal», dijo Miguel Ollé.