A Madroa también lleva a Virginia

MÍRIAM V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Rivera, firmando los papeles para la beca que le llevará a cruzar el charco el próximo curso
Rivera, firmando los papeles para la beca que le llevará a cruzar el charco el próximo curso CEDIDA

El juvenil del Celta Bruno Rivera estudiará y jugará en Estados Unidos

28 jun 2022 . Actualizado a las 07:08 h.

Bruno Rivera (2004) cambiará la próxima temporada el Celta por la universidad Davis & Elkins, en Virginia. Futbolista del equipo juvenil B, y vigués aunque nacido en Barcelona —de padre vigués y madre catalana—, cuenta que hace tiempo que le «parecía interesante la opción de estudiar una carrera universitaria y seguir compitiendo en fútbol», que es lo que prevé hacer durante los próximos cuatro años, el tiempo que duran los estudios de Bussines Sport Managment que se dispone a comenzar.

Esta oportunidad surge a partir del propio Celta y un programa de La Liga, además de mediante la agencia AGM que le lleva y que se encarga de buscar opciones académicas para estudiantes que lo compaginan con el deporte. «En la misma universidad, hay un jugador de Vigo que lleva dos años, Martín Lago», explica sobre otro excéltico a través del cual ha podido tener referencias de lo que le espera. Esto también le ayudó a decidirse, ya que hubo varias universidades que contactaron con él.

El programa de La Liga consistió en un evento en Madrid en el que acudieron a disputar partidos de exhibición jugadores de 17 a 22 años con el objetivo común de ir a jugar y estudiar en Estados Unidos. «Ahí los entrenadores de universidades vienen a España para evaluar las posibilidades de incorporar jugadores a sus equipos universitarios ofreciéndoles becas deportivas», detalla. Aparte, les piden tener aprobado el Bachillerato y realizar el examen SAT, la prueba americana de acceso a la universidad. «La nota en el examen, el nivel deportivo y, sobre todo, el interés del entrenador determinan el porcentaje de la beca», detalla.

Para Rivera resultaba básico poder seguir practicando su deporte y compaginarlo con la formación universitaria que está a punto de emprender. «Era prioritario seguir jugando al fútbol y que la universidad tuviera un buen nivel deportivo», apunta. Y por la información de la que dispone, su centro de destino, Davis& Elkins, «tiene un buen nivel futbolístico, son top-5 de división 2 y la temporada pasada estuvieron luchando por el título nacional», añade.

Consciente de que «llegar a ser jugador profesional es muy difícil», ha apostado por esta alternativa que cree que le va a reportar lo que busca en los dos ámbitos que quiere seguir compatibilizando como hasta ahora. «Tuve muy claro desde el primer momento que era una grandísima oportunidad para compaginar una carrera universitaria y seguir disfrutando del fútbol a un alto nivel de competición», subraya.

Un cambio tan grande siempre da algo de vértigo y el ya excéltico no oculta que también tiene un punto de incertidumbre. «Siento respeto por cambiar de país y de cultura. Pero lo que más me atrae es visitar mundo y seguir compitiendo en el fútbol, aparte de conocer gente nueva», argumenta. Espera que la parte positiva que está seguro que tendrá la experiencia mitigue lo peor: «Estaré muy lejos del entorno familiar y amigos», asume.

Su propósito es permanecer allí durante los cuatro cursos que durará su formación universitaria. Se marcha con el apoyo de los suyos, que siempre compartieron su percepción de que «ir becado a estudiar a USA es una gran oportunidad». También lo ve como «una recompensa tras el gran esfuerzo hecho durante estos catorce años», en referencia al tiempo que hace que comenzó a jugar al fútbol.

El joven futbolista, durante las pruebas que realizó en Madrid para obtener la beca
El joven futbolista, durante las pruebas que realizó en Madrid para obtener la beca

Fútbol desde los cuatro años

Los inicios de Bruno fueron a los cuatro años en una escuela de Barcelona. «A los ocho me fui a Vigo, donde jugué en el Areosa seis años. Hasta que el Celta se interesó en mí», recuerda. Empezó en el conjunto celeste siendo cadete y jugando como central y ha permanecido allí hasta la edad juvenil. «He aprendido y crecido mucho futbolísticamente con gente profesional y conociendo amistades que me han hecho madurar y conocer el entorno profesional», analiza el joven.

Para el Celta, que se alegró de la noticia, todo son palabras de agradecimiento y una puerta que queda abierta para el futuro. «Es el equipo de mi ciudad y le tengo un especial cariño. Se han portado muy bien conmigo y siempre sería un orgullo para mí en un futuro volver al club».

Rivera, en un partido con el Celta, club en el que ha jugado los últimos cuatro años
Rivera, en un partido con el Celta, club en el que ha jugado los últimos cuatro años