Mouriño: «Este mercado ha sido el más difícil desde cuando no teníamos para comprar un jugador»
GRADA DE RÍO

El presidente del Celta explicó en un acto por el centenario de la Ponferradina que dotando al club de patrimonio se previene que se pueda mover de la ciudad en el futuro
25 ago 2022 . Actualizado a las 14:27 h.El presidente del Celta, Carlos Mouriño, habló en un acto con motivo del centenario de la Ponferradina sobre diferentes aspectos de su gestión al frente del club. El máximo accionista del club vigués señaló que este ha sido el mercado más duro en sus 16 años al frente quitando los inicios, en Segunda. «Todos los presidentes tenemos una gran actividad en estos meses y muchas preocupaciones. Este año, el mercado se ha parado mucho. Desde que estoy, fue el más difícil desde cuando no teníamos para comprar un jugador; nos lo ofrecían y preguntábamos si había otro más barato sin saber si jugaba o no. Superada esa etapa, ha sido el más complicado», ahondó.
Reconoce el presidente que el club está sometido a mucha presión y que supone «horas de dedicación permanente» que aún no han terminado en esta ventana. «El fútbol vive mucho de la presión que ejercen los medios, que todos los días escriben páginas y páginas de tu equipo; de las autoridades, que pretenden que seas el reflejo de lo que ellos quisieran ser», indica. Señala que son «constantes» y que vienen «de lugares que a veces ni se te ocurre, de la parte social, la ciudad, el aficionado; hay gente en la ciudad que no es del Celta, pero el lunes todo el mundo en la ciudad va a ver cómo quedó el equipo», señala.
Pero aclara que en su caso, están ahí porque quieren. «Ninguno vive el equipo o suple con el equipo lo que puede ganar fuera con las horas que le dedica», dice. Por tanto, no tienen derecho a quejarse, considera antes de insistir en la gran presión existente en el ámbito en el que se mueven. «Es más grande sobre todo en equipos medios como el nuestro. Los más grandes se alejan del modelo de los medianos y tienen sus dificultades, que pueden ser más grandes pero nunca comparativas».
Mouriño hace hincapié en la «estabilidad deportiva» que ha conseguido el equipo con once años en Primera. «Es cierto que hemos recibido muchas críticas cuando decíamos que preferíamos diez años en Primera que uno en UEFA, pero creo que seguimos con esa meta». De seguir en este camino, cumplirán dentro de unas temporadas el récord en Primera, recuerda. «Cada uno tiene su forma de desarrollar el fútbol y nosotros no somos inmediatistas, hacemos proyectos a medio y largo plazo. Sobre eso trabajamos y si trabajas duro, es más fácil conseguir los éxitos que te plantees».
Preguntado por Balaídos, desliza que no va como quisieran, «pero va». Y se explaya sobre una de sus aspiraciones: dotar al Celta de patrimonio. «Empezamos con dificultades económicas que tuvimos que ir superando. Dejar un patrimonio al club es tan importante como dejar un equipo saneado y consolidado. Esas tres piezas tienen que ir conjuntadas para luego poder buscar unos resultados deportivos. Si una falla, es más complicado», razona.
Como parte de su reflexión, Mouriño también expone que, sin ese patrimonio, existe riesgo de que un club cambie de ciudad como ocurre en otros lugares. «Estuve muchos años en una cultura diferente a la europea como emigrante y cuando llegué al Celta, una de las primeras cosas que dije fue lo que pasa en Estados Unidos, y no es el único país», comenta en referencia a los cambios de localidad de los clubes. «Los americanos compran el fútbol europeo por negocio puro y duro. Se imponen y al final harán lo mismo que allí: los clubes van a ser franquicias que pueden cambiar de una ciudad a otra. En España no se hace, pero ya está permitido y con esa mentalidad, es muy posible», advierte.
Partiendo de eso, busca la «consolidación patrimonial» que cree que imposibilita esa opción del cambio de ciudad. «Si hay un patrimonio detrás, ya es muy difícil, porque si alguien adquiere el club, o se deshace del patrimonio, o este no se puede mover y con el valor que tiene, posiblemente no compensaría», añade en su análisis. Se ha sentido incomprendido en ocasiones con ese planteamiento: «Es una labor que no se entiende mucho cuando se explica a la afición, pero es una realidad que está ahí y darle un patrimonio al club se basa en eso. Es lo que hacemos nosotros, que vivimos la tierra, nos gusta la tierra y queremos dejar un legado para que no sea solo un equipo de fútbol que hoy está aquí y mañana, allí», insistiendo en que eso ocurre en México y Estados Unidos y puede ser el futuro en España.