Patxi Salinas: «Nunca podré pagarle a Txetxu Rojo que apostara por mí para el Celta»

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Rojo y Salinas, en una imagen en Vigo en el año 2010
Rojo y Salinas, en una imagen en Vigo en el año 2010 XOAN CARLOS GIL

El excéltico habla una vez más de Vigo como un sitio maravilloso: «Amo a ese club y a esa gente»

15 sep 2022 . Actualizado a las 11:19 h.

No es nada nuevo que Patxi Salinas hable maravillas del Celta, de Vigo y de su gente. Hace unos días, volvía a hacerlo en una charla en La Cantera de Lezama. En este caso, se centraba en la figura de Txetxu Rojo, el entrenador que apostó por él para llevarle al conjunto vigués en el año 1992 y al que dice que nunca le podrá corresponder por lo que hizo por él.

Salinas describe a Rojo como «un ser maravilloso» al que, antes de conocer, ya idolatraba, como el resto de niños de su generación. «Era un ídolo. Cuando era un crío, todos nos queríamos parecer a él. Era elegante, guapo, tenía ángel, tenía algo diferente a todos los demás. Todos los chavales queríamos ser como él», recuerda.

Con el tiempo tuvo «grandísima suerte», cuenta, de entrenar a sus órdenes en el último curso de Rojo en el Athletic Club. Y cuando Patxi dejó el conjunto vasco, el técnico se acordó de él. «Apostó por mí y no era fácil hacerlo en aquel momento, le echó valor», expresa. «Cuanto estás en la élite, es fácil apostar. Pero cuando un equipo te da la baja o tienes un problema y te queda a ver qué pasa, tiene que haber alguien que te conozca y apueste por ti. Ahí salen los valientes y salió Txetxu, que apostó por mí a muerte», rememora.

Esa apuesta de Rojo le llevó a «un sitio maravilloso» al que seguramente no habría ido de no ser por él, menciona. «Siempre digo que Vigo es mi casa, me siento un vigués más. Estuve seis años en el primer equipo, ocho trabajando en el club, luego he vivido allí muchos años», continúa. Luego resume sus temporadas allí en lo deportivo: «Firmé un año, fui capitán de ese club, jugué más de 200 partidos oficiales. Lo quiero con locura, amo ese club y a esa gente y, de no ser por él, no hubiera fichado. Nunca podré pagarle lo que hizo por mí».