Viernes 16, el día de la justicia

Xosé R. Castro FONDO NORTE

GRADA DE RÍO

RC CELTA

15 sep 2022 . Actualizado a las 21:22 h.

Luis Enrique está ante la gran oportunidad de hacer justicia. Incluso tiene un escenario propicio para justificar que, tres años después, vuelve a contar con Iago Aspas. Que si las lesiones, que sin RDT lleva medio año en blanco... Todo a favor.

Aunque, en realidad, ninguno de estos argumentos son necesarios. Iago ha hecho méritos sobrados para estar en la lista de la selección española de un modo continuado. Por sus goles, por su perenne estado de forma, por su manera de entender el juego y porque cualquier seleccionador en su sano juicio quisiera contar con un futbolista con semejante catálogo de recursos.

Pero en los últimos tres años, el celeste ha sido el único color que vistió Aspas. Daba igual que sumase un nuevo Zarra o que demostrase con números de todo tipo que es uno de los mejores futbolistas de la liga española. Luis Enrique nunca dio su brazo a torcer. Con una única explicación a lo largo de este tiempo: la aportación del moañés a la hora de defender. No estaría de más que el asturiano, que hizo la mili en Ferrol, se parase dos minutos en los datos de rendimiento o que le pidiese la hoja con las estadísticas de esfuerzo físico que Eduardo Coudet pone cada lunes en el vestuario de Mos. Aunque, en realidad, el señor Martínez ya sabe eso de sobra.

Pero, pasado al margen, el viernes 16 es un buen momento para rectificar. Luis Enrique no tiene delanteros, Iago Aspas está como un toro a sus 35 años, en lo físico, en lo mental y en lo estadístico, y al tratarse de la última ventana de selecciones premundial, se da el mejor escenario para que el 10 del Celta le demuestre en primera persona que debe estar en Catar.