El delantero compostelano del Betis y ex del Celta recibe su primera convocatoria con la selección
17 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Aquel chico que con seis años comenzó a pegarle patadas al balón en el colegio La Salle compostelano acaba de cumplir uno de los grandes sueños de su vida: ser internacional con la selección española, además, en categoría absoluta y a los 29 años.
Borja Iglesias Quintás (Santiago, 1993) es un luchador con mayúsculas. Lo era de pequeño, cuando marcaba el 70 % de los goles del colegio y lo fue cuando tocó emigrar. Siendo un niño, se fue a la cantera del Valencia desde el Conxo y luego al Villarreal, que parecía su sitio en el mundo. No fue así, dio un paso atrás para tomar impulso cuando se fue a La Roda, pero en el equipo vinculado del submarino sintió la llamada de volver. Vigo fue su destino y en el Celta B vivió años mágicos. Se destapó como goleador, sacó a pasear el rematador que llevaba dentro desde niño y marcó registros de época en Segunda B. Lideró el conocido como Panda Team y se quedó con el apodo.
El primer equipo celeste fue su puerta de entrada en Primera División, pero en el Celta apenas tuvo oportunidades y una vez más, como emigrante del fútbol, hizo la maleta para no volver jamás. Asombró a todos en el Zaragoza y calló más de una boca cuando lideró al último Espanyol europeo. Entonces, el Betis tocó a su puerta y tras un inicio difícil, ya levantó el primer título colectivo.
Ahora le llega la recompensa a título personal. «Es un premio para mí, pero también para el equipo», comentó el santiagués a los medios del club verdiblanco. Más de dos décadas después, cumplía «el sueño» que tenía el primer día que se vistió de corto y comenzó a golpear con tanta fuerza el balón que el patio del colegio se le quedaba pequeño.
