Gus Ledes, compañero del canterano del Celta en el filial, recuerda la etapa en que coincidieron y analiza su evolución
16 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Desde el primer día en que Brais Méndez subió a entrenar con nosotros en el Celta B, le cogí mucho cariño a él y a sus padres, lo abracé como un hermano. Quieras o no, yo era de los más veteranos de aquella época y él, de los más jóvenes, a pesar de haber jugado ya con él filial. Decir ahora que sabía que iba a llegar suena muy ventajista, pero sí que las tenía conmigo de que sí, de que lo tenía todo para conseguirlo.
En el fútbol, nunca se sabe, pero la calidad la tenía, muchísima; se le veía que era diferente, que tenía una zurda distinta, el golpeo de balón, los regates, era -y es- complicado de marcar... En los entrenamientos, me tocaba y era muy difícil. A pesar de esa calidad, era un chico normal, con la mentalidad de un chico joven, no tan maduro futbolísticamente, algo lógico, porque era muy, muy joven. Pero, como decimos en el fútbol, se notaba que iba sobrado.
Destacaba mucho ontra rivales de más edad e incluso entre nosotros. Suelo decir que era el mejor de la plantilla. En aquel entonces era Borja (Iglesias) el que metía los goles y acaparaba los focos, pero Brais era el más talentoso, sin duda. Tenía cosas que mejorar para jugar en primera como cualquier chaval y lo hizo. Ahora tiene esa madurez futbolística de saber cuándo hay que regatear y cuándo no, ayudar en defensa... Todo eso le ha hecho llegar a donde está.
No me sorprendió su salida del Celta a la Real Sociedad porque, a nivel futbolístico, saltaba a la vista que lo iban a querer por todos lados. Estaba destacando, tuvo la fortuna de que lo llamó la selección, con Luis Enrique, y era evidente que iban a venir equipos que se lo quisieran llevar. Cuando vienen proyectos grandes, es complicado retener a un jugador y pienso que tarde o temprano, iba a pasar.
Su nivel en la Real no me sorprende. Como decía, maduró muchísimo y estaba preparado para un equipo tan exigente. Conozco a otra gente que jugó allí, que conoce al entrenador y sabe su filosofía de equipo exigente defensivamente. Brais ha dado ese salto y es un jugador muy completo, que ataca y defiende bien, con una madurez que es difícil de alcanzar. Eso le hizo mantenerse en Primera, que siempre es más difícil que llegar.
Ahora está a un nivel increíble y me alegro mucho por él. Tenemos buena relación y cuando vino a jugar a Chipre, intercambiamos camisetas. Tenemos una relación muy buena y él tiene la suerte de tener una familia estructurada y con la cabeza bien puesta que le ayuda en todo. Le deseo lo mejor siempre y espero que esto solo sea el principio de cosas muy grandes para él, que siga al nivel espectacular que está dando esta temporada. Es un chico que ha estado conmigo, que hemos pasado muy buenos ratos y disfruto viendo cómo crece y triunfa. Es muy bonito.