
El hombre de Luís Campos en Vigo habla sobre la «novedosa fórmula» de trabajo que siguen, del «lujo» de tener a Carvalhal o de las claves del éxito de Gabri Veiga
12 abr 2023 . Actualizado a las 17:21 h.El coordinador deportivo del Celta, Juan Carlos Calero, ha concedido una extensa entrevista al podcast Arquitectos de La Liga. En esta charla, el hombre de Luís Campos en Vigo da algunas claves del sistema de trabajo que comenzaron a desarrollar en el club vigués hace poco más de un año, detallando su funcionamiento, y valora diferentes aspectos de cómo está yendo.
Cuenta que cuando el hoy asesor deportivo externo del club se lo propuso, estaba trabajando en Japón. Revela que habían colaborado de manera indirecta y había habido algún intento anterior de hacerlo directamente. «Acababa de renovar, pero te llama una persona como Luís para un proyecto tan importante como trabajar en el Celta, tan bonito y ambicioso, y era volver a mi tierra», cuenta. Aquello le supuso «salir de la zona de confort» tras cuatro años para empezar «un proyecto con un techo muy alto», tanto, que no se lo ve, asegura. «Estamos en un proceso de crecimiento muy grande. Llevamos un año y estamos contentos, felices de haber tomado esta bonita decisión», valora.
Calero admite que emplean «una fórmula novedosa» en España, pero que no lo es para Campos y su equipo. «Lo que se busca es adaptar nuestra forma y grupo de trabajo a un grupo ya creado como estructura del Celta», introduce. Lo primordial era «fusionar la forma de trabajo con las características e idiosincrasia del club». Para ello, dedicaron tres meses a «empaparse de lo que es el Celta», de lo que se respiraba en Vigo, en el club, la ciudad y la afición, detalla. Percibe que se respira «una esencia especial» y que una vez que estás dentro «es fácil impregnarse por la gente, que es el valor principal que tiene el Celta, sus profesionales y aficionados, que viven ese sentimiento».
Campos, «pendiente del Celta 24 horas»
Una vez captada esa esencia, era tiempo de «adaptar la filosofía y forma de trabajar». Se encontraron una estructura desarrollada dentro de la cual detectaron donde podían «mejorar y aportar un granito de arena, nunca de manera forzada, sino consensuada». Fusionaron departamentos y tiene la impresión de que dentro del club se entendió mejor que fuera. «No deja de ser llamativo. Hay un asesor externo que no está en Vigo constantemente, pero que vive las 24 horas pendiente del Celta», subraya.
Campos buscó «una persona que le represente en el Celta» esas 24 horas al día, que es como se define Calero. «La gente se preguntaba si alguien como Campos iba a prestar atención que un club tan profesional como este requiere. Y dentro todo el mundo lo ha podido comprobar. Ahora, con la buena marcha del equipo, creo que la gente ha entendido el buen trabajo que se ha estado haciendo por detrás», comenta. Revela que tiene conexión directa diaria con el luso, con una reunión al principio del día, otra al final y diez o doce contactos entre llamadas y mensajes.
Constata que el asesor viene asiduamente, se reúne cada semana con el míster, el club y el grupo de trabajo y «vive las 24 hora la esencia del Celta». Recalca que tiene una gran confianza en él, por quien pasa «todo lo relacionado con el primer equipo y parte de la cantera». «No soy el que toma grandes decisiones deportivas, para eso hay una comisión, pero sí tomo las decisiones más rápidas para solucionar un problema. Aunque el objetivo es anticiparse a ellos», sostiene. Mediante la empresa de Campos tiene «un gran abanico de departamentos preparados al servicio del Celta» para resolver lo antes posible cualquier cuestión que surja.
«Este club lleva su cantera por bandera»
Calero proclama que trabajan desde el punto de partida de «adaptar la experiencia o profesionalidad a los intereses u objetivos del club». En ese sentido, recalca que se encontraron «un club amante de la cantera, procantera total, la lleva por bandera», algo que cree que se muestra con la confección de sus plantillas. «Tenemos que intentar que tenga un valor muy grande», agrega. Pero dice que se encontraron el «problema de la exigencia grande del fútbol actual de ajustar presupuestos, límite salarial...», que hace que sea importante «confeccionar una buena plantilla que dé rendimiento inmediato, de futuro y te pueda dar un incremento del límite salarial en años posteriores con posibles ventas».
En ese punto de la charla procede a explicar el sistema piramidal de jugadores que había expuesto en la última junta de accionistas. Hay una primera pirámide del primer equipo y otra del filial, con distintos perfiles. Sitúa a Rubén Blanco en el grupo A1 pese a estar fuera, lo mismo que a Kevin Vázquez pese a tener pocos minutos. «Lleva toda la vida y es fundamental, canterano espejo y ejemplo a nivel deportivo y personal. Refuerza el mensaje del club y para nosotros tiene un valor increíble», dice.
Modelo piramidal. #XuntaCelta2022 pic.twitter.com/DJ4JgIrWfr
— Grada de Río (@gradaderio) November 30, 2022
Se trata de un sistema en el que «Luís campos siempre ha creído». «Ha dado mucho valor al diamante joven y tiene ese gran joven y la brillantez de descubrir a grandes talentos y ser valiente a la hora de apostar por ellos. Tenemos la suerte de que en el Celta se cree en eso y se valora», ahonda. Por eso «fue fácil» encajar esas dos pirámides y se he hecho «alguna reestructuración de jugadores para reducir las distancias entre cantera y primer equipo y que se hable de un proyecto único, del Celta».
«Esperábamos esto de Gabri, pero no tan pronto»
Sobre Gabri Veiga, Calero mantiene que esperaban que llegara a ser lo que está siendo, «pero no tan pronto». Deja claro que es un «producto Celta», que no lo han descubierto ellos. «No son normales esos números y esa capacidad de mejora. Se han dado la circunstancias, Coudet y Carvalhal han sido valientes, lo han sabido poner en el sitio en su momento», expone. A eso se han sumado «sus ganas de aprender, de mejorar, su humildad, que igual no es la palabra, pero su inocente ambición. Es un chico extraordinario que se lo ha ganado en el día a día».
Pone el ejemplo de que mientras tenía ficha del B, el porriñés seguía en el vestuario del segundo equipo, como suelen hacer los futbolistas que suben, incluso cuando ya era titular en Primera. Y calcula que unos ocho o diez compañeros -entre ellos, Unai Núñez o Renato Tapia- fueron a pedir que Veiga estuviera con ellos o a preguntar por qué no estaba, mientras él no lo hizo nunca y le sorprendió el cambio -previo al cambio de ficha-. «En la cena de Navidad, por ejemplo, se sentaba con el B. Por sus características deportivas y a nivel humano, lo profesional que es le ha permitido mantener su crecimiento y la cabeza fría. Nunca ha perdido la perspectiva», elogia.
«Es un lujo tener un entrenador como Carvalhal»
Dice el coordinador deportivo del Celta que tuvieron la «suerte» de que Carlos Carvalhal estuviera disponible cuando las circunstancias les llevaron la cese de Eduardo Coudet. «Es un lujo tener un entrenador como Carlos. Era conocido por Luís, una persona preparada, capacitada, no solo a nivel futbolístico, sino humano. Nos ayudó a detectar con su equipo en el día a día los problemas que puedan aparecer».
Calero y Carvalhal tienen «reuniones diarias, ya sean formales o informales, en el despacho o desayunando», y en ellas abordan todos los asuntos y consensúan decisiones. «Tenemos la suerte de hablar el mismo idioma, respetarnos, saber el valor que tenemos cada uno dentro del puzle de la estructura del equipo», afirma. Y rescata las palabras de Carlos Mouriño, «una persona sabia donde las haya» de que antes tenían un grupo, pero no un equipo, y ahora tienen las dos cosas y es lo que les hay hecho cuajar una etapa tan buena después de que inicialmente no encajaran las piezas.
Valora también que se encontraron un equipo de profesionales de casa, «que vienen de abajo, de A Madroa, y tienen tatuada la palabra afouteza». Son las personas que pueden detectar un problema de la cantera que él no ve. El máximo exponente ahí es Borja Oubiña. «Es uno de los grandes valores que tiene el Celta, ejemplo dentro y fuera, trabajador, ve el fútbol co una claridad increíble y lo expresa con facilidad, tiene una forma de entenderlo pasional», describe. Considera que es el primero que entendió la fusión y da gran valor a que alguien con tanto peso en la entidad lo viera tan claro. También elogia la capacidad de Santi Castro, Mario Bermejo y Ratkovic como analistas.
Repite varias veces que han logrado «que las piezas conecten y haya un chispazo que hace que todo sea tan fluido». Y para que haya sucedido han sido imprescindibles personas como Oubiña, Álex Andújar, Pedro Docampo o Nando Villa, así como los fisios y doctores. «Encajó el puzle y hubo ese chispazo que permite llegar a donde estamos», profundiza. Intercambian opiniones para llegar a conclusiones. Como con los jugadores, de los que dice ser compañero y amigo, más que un cargo. «Te sientas a pie de campo con ellos y hasta haces de psicólogo. Con Iago (Aspas) no es que le encante el fútbol, es que hay que callarle, pedir tiempo muerto», bromea.
«Capacidad, ganas, ambición y pies en la tierra»
Entre las ideas en las que incide está la de que el crecimiento del Celta no tiene límites. «Hablamos de un club que cumple cien años. Yo acabo de llegar, pero no le veo techo, sinceramente», sostiene. Ve en la entidad «capacidad de aprendizaje, ganas, ambición y los pies en la tierra», sin perder de vista lo mal que lo ha pasado en su historia reciente. «Descendieron, sufrieron económicamente. Eso les ha dado riqueza, crecimiento, un valor a lo suyo grande. Han ido construyendo en A Madroa, que es la cuna del Celta, pequeños ladrillos y haciendo que el club siga creciendo. Tiene una estructura desarrollada», indica.
Dentro de esa estructura, repite que han ido cambiando detalles que creen que viene bien para potenciar ese crecimiento. Y revela que uno de los proyectos que quieren introducir es un grupo élite con los jugadores B1 -jóvenes de la cantera llamados a ser top y que están en la órbita o la dinámica del primer equipo-. «Hay un período de adaptación o aprendizaje y lo más difícil es que se adapten, se asienten y lleguen a formar parte del fútbol profesional».
La idea es reducir los procesos para que esos jugadores que creen que pueden llegar a ser importantes lo logren, y recuerda que puede no ser en Vigo y que para ese objetivo están pensadas, también las cesiones. «Jugadores como Alfon o o Sergio Carreira son importantes, pero creemos que les falta ese proceso de adaptación y es mejor que salgan, se nutran de otro fútbol, se enriquezcan fuera de la zona de confort», analiza.
También deja claro Calero que el objetivo que les mueve es «que la afición tenga más alegrías que desilusiones, que la masa social disfrute más de lo que sufre». Para ello, repite que tiene que encajar el puzle y darse ese «chispazo» que ahora han conseguido.