El mosense se desvincula del club vigués y regresa en propiedad al Oympique de Marsella
30 jul 2023 . Actualizado a las 19:00 h.Rubén Blanco pone fin a más de media vida en el Celta. Faltaba el anuncio oficial de su traspaso al Olympique de Marsella, club en el que ya estuvo cedido la pasda campaña, y ha llegado este domingo, después de que se ausentara ya del Memorial Quinocho pese a estar inicialmente entre los convocados por Rafa Benítez. El mosense se desvincula de un club con el que tenía contrato hasta el 2027, tras haber renovado hace un año, justo antes de vivir su primera experiencia en el extranjero.
El canterano debutó en Primera División para ser el héroe de la salvación del 4 % en la temporada 2012/2013, cuando le tocó ponerse bajo palos como solución de urgencia en los dos últimos partidos, frente a Valladolid y Espanyol, como solución de urgencia al no estar disponibles Javi Varas ni Sergio Álvarez. Respondió con nota y a partir de ahí comezó una etapa que tuvo de todo.
En la temporada 2013/2014 siguió jugando en el filial, para posteriormente competirle el puesto a Sergio Álvarez y acabar ganándole la partida en la temporada 2017/2018. Pero las lesiones le jugaron muchas malas pasadas y solo en el curso 2019/2020 sobrepasó la treintena de partidos. La llegada de Coudet, además, supuso el fichaje de Dituro en el 2021, que le dejó sin minutos más allá de la Copa.
Ya el curso pasado, también con el Chacho y el fichaje de otro guardameta foráneo, Agustín Marchesín, la solución para Rubén fue un préstamo que ya no ha tenido regreso más allá de la pretemporada. La potería celeste se queda, así, con Iván Villar, el propio Marchesín recuperándose de una lesión y pendiente de un fichaje.