El nuevo rol de Luca de la Torre en su segundo curso en el Celta

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

LOF

El internacional estadounidense, que ahora actúa en el doble pivote, lleva tres titularidades

05 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un año, en su primera temporada en el Celta, Luca de la Torre llevaba a estas alturas, tras cuatro partidos, diez minutos repartidos en dos contiendas. Su primera titularidad, además, no llegaría hasta la penúltima jornada de la primera vuelta, una vez que se había producido el relevo en el banquillo de Eduardo Coudet por Carlos Carvalhal. Este año, con Rafa Benítez y con otro rol en cuanto a su posición sobre el terreno de juego, lleva tres presencias en el once —en los tres últimos partidos—, dejando buenas sensaciones y dando la impresión de que puede ser un jugador importante.

El panorama ha cambiado por completo en doce meses para un futbolista que siempre confió en que podría estar en disposición de revertir ese escenario adverso cuando peor estaban las cosas. «Trabajo duro y estoy seguro de que cambiaré mi situación», decía a La Voz en octubre del 2022. Añadía que era pronto, que estaba trabajando duro, que ya había vivido una situación similar en el Heracles y que sabía que podía pasar lo que estaba sucediendo.

Esa filosofía y su insistencia han tenido su fruto esta temporada, en la que parece consolidado en el equipo titular céltico. De jugar prácticamente todo en el lado izquierdo en el curso 2022/2023, siendo competencia de Franco Cervi en ese costado e incluso de Óscar Rodríguez —que llegó a actuar ahí al inicio de la liga anterior—, ha pasado a hacerlo en el doble pivote. También es cierto que, ya antes de la llegada de Benítez, sumó algunos partidos en el Celta en una especie de trivote por dentro y jugando de interior, pero formar parte de un doble pivote en el club vigués es novedad para él de esta campaña.

En teoría, el internacional con Estados Unidos debería ser el futbolista más creativo de los dos pivotes defensivos, pero tal y como está jugando el Celta en estas últimas jornadas, está siendo un jugador más físico, con más recorrido. Quedó de manifiesto, por ejemplo, en la acción del 0-2 de los Juegos del Mediterráneo, donde salta a la presión frente al Almería.

De la Torre ha demostrado ser un jugador que, con el balón en los pies, sabe dar pases hacia adelante, algo que quizás le cuesta más a Fran Beltrán. El de Seseña, titular en los cuatro partidos disputados por el momento, está siendo su compañero en el centro el campo desde que Benítez ha consolidado su apuesta por la defensa de cinco unidades, con tres centrales.

La gran duda es si De la Torre juega demasiado alejado del área rival, aunque lo cierto es en este año como céltico no ha demostrado tener gol. Su bagaje realizador como jugador del Celta se limita a un tanto en Copa del Rey, pues fue el encargado de cerrar la goleada al Gernika (0-3) en diciembre del año pasado. De esta manera, no parece tener demasiada incidencia de cara a portería que juegue en esa posición, prácticamente de mediocentro, en el 5-4-1 por el que se ha decantado el entrenador del Celta.

Además, el jugador da la sensación de sentirse cómodo y de estar implicado. Ahora, le toca concentrarse con la selección de Estados Unidos, con la que es un fijo en las convocatorias. El curso pasado, aunque estuvo citado para el Mundial, no llegó ni a debutar. Era el momento en el que sus minutos en el Celta eran residuales y no estaba siendo en absoluto un jugador importante para Coudet.

Celebrando la victoria

En la mañana de ayer, pasados más de dos días desde el partido, De la Torre cumplía con su tradición tras cada victoria y subía una foto de un plato de pulpo: «Primero contento cara de la temporada», escribió el futbolista, que hizo las delicias del celtismo con esa publicación.