Carles Pérez, bala en la recámara

X.R.C. VIGO

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

El catalán, recuperado de su lesión, puede ser una alternativa en la banda derecha y en los dos sistemas para buscar el gol que se le resiste al Celta

20 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta genera oportunidades, pero necesita gol para comenzar a rentabilizar su juego. Después de cinco partidos, el conjunto vigués tiene la bala en la recámara de Carles Pérez, que solo jugó el primer encuentro, lleva más de un mes en blanco y ya entrena con normalidad tras recibir el alta el pasado viernes. El catalán puede adaptarse tanto al sistema de cinco defensas como al 4-4-2 más habitual de Rafa Benítez, en ambos casos, como extremo y partiendo desde la derecha.

Carles Pérez fue uno de los jugadores más enchufados durante el verano, aportando velocidad y gol, pero llegó la liga y el vallesano desapareció del mapa. Solo jugó 63 minutos en el estreno ante el Osasuna, lo hizo a un nivel más bajo del esperado (como todo el equipo aquel día), y al día siguiente, entró en el parte médico por una rotura fibrilar en el abductor izquierdo. En teoría, era para tres semanas de baja, pero un mes después, todavía no pisó un terreno de juego.

Ahora, el catalán parece estar recuperado por completo. Ayer comenzó la semana con el resto del grupo y lo normal es que esté a disposición de Benítez si el madrileño decide apostar por él. Carles puede tener encaje tanto en el 5-2-3 como en el 4-4-2. En el sistema con cinco zagueros, aunque los laterales se colocan muy altos a imagen de un 3-4-3, el ex de la Roma ocuparía una de las tres posiciones de ataque, en concreto, el costado derecho, como ya hizo el curso pasado con Carlos Carvalhal cuando ofreció su mejor versión. En el 4-4-2, sería un extremo puro y tendría a dos delanteros por delante como referencias.

La pasada temporada respondió en ambos dibujos, destacando por su veloz conducción, su facilidad para el centro y, sobre todo, con sus diagonales buscando el marco contrario. Por ese camino, terminó el curso con tres goles, una cifra condicionada porque el primero se hizo esperar, llegó el 18 de marzo en Cornellá ante el Espanyol, otro de los equipos por los que pasó en su etapa de formación. Después, marcó para salvar un punto ante el Almería y el Girona, respectivamente.

Con el Celta bajo mínimos en términos goleadores, el catalán se erige como una seria opción para buscar alternativas para el ataque. Porque en la actualidad es Strand Larsen quien parte desde el costado derecho, pero el nórdico no es un extremo, sino un jugador de área. Si Benítez cambiase de sistema, los célticos pasarían a tener dos bandas veloces, con Carles y Jonathan Bamba, los centímetros Larsen y la magia de Iago Aspas para rematar por dentro, aunque implicaría perder a uno de los centrales, una decisión que le compete al técnico madrileño.

Miguel Rodríguez tuvo 17 minutos en el mes que estuvo parado el vallesano

En la teoría de los puestos doblados, Carles Pérez y Miguel Rodríguez son los dos jugadores de banda derecha en la plantilla del Celta. Sin embargo, durante el mes de ausencia del vallesano, el de Redondela solo disputó 17 minutos repartidos en tres de los cuatro partidos celebrados desde entonces.

El jugador con ficha del Celta B disputó seis minutos en Anoeta (estaba en el campo cuando empató Mingueza); después, tuvo diez ante el Real Madrid y el sábado pasado, ante el Mallorca, se quedó en uno. Entre todos ellos, no alcanza los 27 que tuvo de tope ante el Osasuna el primer día. Eso sí, solo se quedó sin jugar en Almería, en el único duelo que ha terminado en triunfo hasta el momento.

Pese a su poca participación en el primer equipo, Miguel Rodríguez tampoco bajó a jugar con el filial ni en el parón de selecciones del mes de septiembre. Como le sucede a Williot Swedberg, a sus 20 años, necesita acumular minutos de juego para terminar de formarse. Si se confirma la vuelta de Carles Pérez, está por ver cuál será la decisión del entrenador.

Hasta la fecha, el jugador más utilizado en la banda derecha ha sido Larsen, aunque en ataque solo se trata de una posición de partida, mientras que en la fase defensiva, sí debe estar atento a cortar ese carril como escudero de Óscar Mingueza.