El FC Nouadhibou que dirige el excéltico López Garai, con Bustos como segundo, ha logrado por primera vez la clasificación para la Champions
14 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Aritz López Garai y Cristian Bustos se conocieron en Vigo cuando ambos eran jugadores del Celta, forjaron una amistad que les condujo a formar tándem en los banquillos y, juntos, acaban de lograr un hito. A principios de año se embarcaron en la aventura de dirigir al primer equipo de Mauritania, el FC Nouadhibou, con el que acaban de conseguir la clasificación para la Champions de África por primera vez en la historia de la entidad.
El exfutbolista nacido en Barakaldo es quien encabeza el cuerpo técnico, como ya hizo antes en Reus, Numancia, Tenerife y Albacete, siempre con Bustos como escudero. Pero este era un reto diferente y arriesgado. «Al principio, suena lejano y extraño, te produce incertidumbre. Y reconozco que tenía muy poca información sobre el fútbol africano», dice. Sin embargo, contactó con él el director deportivo de la Federación, Luis Fuertes, que es español, y le gustó lo que escuchaba. «Me dice que el club más importante del país necesitaba un entrenador para dar el salto de calidad y que se lo querían encomendar a un español», recuerda.
La decisión, que tomó una vez que habló también con el presidente del club —que habla español por su vinculación por Vigo por la pesca— y se empapó del proyecto, no tuvo nada de fácil. «Es la primera experiencia en el extranjero, saliendo de la rueda de la Segunda española, y en un país donde hablan francés», señala. Tuvo opciones para seguir en España, pero no le llenaban. «Quizás lo que más me empujó fue probarme fuera de España. Me explicó la idea de futuro, estuve viendo vídeos del campeonato y a informarme sobre el club y el país y pensé: ‘¿Por qué no?'», desgrana.
El reto implicaba acostumbrarse a «un país islámico, con costumbres diferentes». Además, había que «hacer llegar el mensaje a los jugadores mediante traductor» y empezar a conocerse mutuamente. «Llegamos un martes por la noche y el domingo teníamos partido. Fue todo rápido y al principio, choca, pero hay que tener la mente abierta y poner de tu parte», ahonda.
Lo más complicado es estar lejos de la familia, pero en absoluto convivir con hábitos diferentes a los propios, asegura López Garai. «Se trata de respetar y adaptarte. Aquí rezan cinco veces al día, aunque sea en horario de entrenamiento», cuenta. Otro factor diferencial es la temperatura alta, que condiciona los horarios.
El contraste en el nivel de vida es claro —«como en gran parte de África, hay bastante pobreza»—, pero tienen la tranquilidad de sentirse seguros. «No tienen lujos, pero son gente muy hospitalaria, que comparte lo que tiene y te hace sentir como en casa», comenta. Su sensación es que «aunque haya carencias en el día a día, aparte de falta de ocio, tienes otras cosas». Aparte, el «haber caído de pie» en cuanto a resultados «hace que todo vaya mejor».
El hito de la Champions
El FC Nouadhibou es el gran dominador del fútbol mauritano, ganador de las últimas cinco ligas, pero no se conformaban. «Querían subir el nivel de profesionalismo en el día a día y probar una metodología diferente», detalla. No solo eso, sino que el objetivo ambicioso y ahora recién conseguido de clasificarse para la Champions de África también estaba sobre la mesa. «Nunca se había conseguido. Una cosa es la liga de Mauritania y otra esa clasificación, que es muy dura, un embudo con los campeones del continente. Al salir de aquí, el equipo tenía muchos problemas y hemos podido minimizarlos», celebra.
Aunque el staff, internamente, tenía esta meta, «poca gente confiaba en que podía darse». Pero dieron la sorpresa al eliminar al Al-Ahli SC de Trípoli (Libia) y, hace unos días, al campeón de Mali, el AS Real Bamako. «No sé si la palabra es milagro, pero desde luego, es un gran éxito. Ha sido uno de los momentos más felices de mi carrera como entrenador», valora. Ahora, sabe que todos los rivales los quieren a ellos, que tratarán de seguir creciendo. No sabe cuánto más durará la experiencia, pero sí que está siendo «una experiencia de vida potente» que también le está haciendo crecer como técnico.