El extremo catalán reapareció en Copa con dos goles y rindió a buen nivel en los minutos que tuvo ante el Sevilla, su cuarta participación en liga este curso
07 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Rafa Benítez cuenta con una baza más para invertir la tendencia si el VAR se lo permite: Carles Pérez. El catalán reapareció ante el Turégano en la Copa del Rey marcando dos goles en 45 minutos y jugó la última media hora el sábado ante el Sevilla, confirmando que está recuperado del todo y con ganas de sumar en el Celta. En San Mamés podría ser una alternativa si el entrenador decide darle otra vuelta de tuerca al equipo.
La temporada pasada, a estas alturas, el vallesano había jugado en los 12 partidos de liga, cinco de ellos como titular, y estaba cerca del medio millar de minutos (451 en concreto). Este curso, no terminaba de arrancar. Comenzó la temporada como titular, pero se lesionó en la semana siguiente (rotura de fibras) y no volvió a aparecer en escena hasta el partido con el Alavés, disputando la última media hora, y al duelo siguiente, salió de cara ante el Getafe, pero después, volvió a parar por una molestia similar y se perdió los encuentros ante el Atlético y el Girona.
En la última semana, Benítez le ha ido metiendo de un modo progresivo en la dinámica del equipo. Primero, dándole un tiempo en Segovia en un partido de poca exigencia ante el Turégano, de la Preferente de Castilla-León, y después, recurriendo a él para la media hora final ante el Sevilla. El entrenador madrileño lo colocó en su posición natural, el extremo derecho, para jugar a pierna cambiada y desde esa posición, fue un quebradero de cabeza para Adriá Pedrosa y el sistema defensivo de los hispalenses.
Carles tiró en una ocasión a portería, dio cinco pases (uno de ellos, el penalti rearbitrado por el VAR), hizo un par de regates y provocó una falta en la media luna. Atrás, ganó un duelo aéreo e hizo un bloqueo en su ayuda a Óscar Mingueza, que primero ocupó el puesto de interior derecho, con Kevin por detrás, y más tarde, viajó al lateral para dejarle sitio a su paisano.
Los partidos con el Turégano y el Sevilla deben ser el punto de despegue para Carles Pérez, que el curso pasado tuvo participación en 35 contiendas (23 como titular) y fue uno de los baluartes de la salvación agónica. Entonces estaba cedido por la Roma y debido a su buen rendimiento, el Celta decidió invertir 5,2 millones de euros en su fichaje para convertirle en un jugador importante en la plantilla de Benítez. Sin embargo, el inicio de liga no estaba siendo el esperado y las lesiones le impidieron estar disponibles hasta la fecha de un modo asiduo.
El regreso al 4-4-2 como sistema táctico ayuda a Carles Pérez a hacerse un hueco en el once. Con el 5-3-2, el vallesano tenía un encaje difícil en el equipo, salvo que fuera utilizado como segundo punta, una posición en donde no puede sacar todo su potencial. Siempre se ha sentido mucho mejor partiendo desde la banda, especialmente, desde la derecha, para trazar sus diagonales y disparar con la izquierda. Si Benítez hace coincidir en el campo a Jonathan Bamba y a Carles, contará con dos extremos puros, de mucha velocidad y con capacidad de centro.
Durante el tiempo que Carles Pérez estuvo ausente, el Celta jugó sin un extremo derecho nato, ya que Benítez no le dio la alternativa a Miguel Rodríguez, que lleva hasta la fecha siete participaciones y todas ellas testimoniales (65 minutos en total). Aunque con otra tarea y con otra idea de juego, quien más pasó por el flanco derecho del medio campo hasta el momento fue Luca de la Torre, que causó baja en el último partido por molestias.