El canterano del Celta no acaba de marcar diferencias en sus primeros meses en el Al Ahli mientras se ha ganado un puesto fijo en la selección sub-21
16 nov 2023 . Actualizado a las 23:27 h.El pasado 2 de septiembre, pocos días después de confirmarse el traspaso, el canterano y exjugador del Celta Gabri Veiga vivía un inicio soñado de su etapa en el Al Ahli. A los seis minutos de su primer partido, frente al Al Fateh, el porriñés veía portería. Más allá del detalle anecdótico de que el acta no le concedió el tanto, reflejando que había sido de un rival en propia puerta, la cosa se torció pronto: de aquel 0-1 se pasó a un 5-1 final. Quizá el preludio de que las cosas no iban a ser tan fáciles como se podía imaginar con ese gol tempranero. Al menos, de inicio.
Porque apenas han pasado dos meses y medio de aquella primera toma de contacto y lo que dé de sí su etapa en Arabia está por ver. Hasta el momento, el excéltico ha sido titular en los nueve partidos que ha disputado su equipo en este tiempo, acumulando en liga 707 minutos -completó dos duelos y en una ocasión, fue relevado al descanso- y ha marcado un gol, que llegó, finalmente, el pasado 5 de noviembre frente al Al Riyadh, y este sí sirvió para sumar de tres. También ha dado una asistencia, lo mismo que en Copa, donde ha jugado otros dos duelos (165 minutos), pero el equipo cayó eliminado.
Veiga no está siendo determinante, sigue por ahora buscando su encaje y su inicio nada tiene que ver con el de hace un año en Vigo. A estas alturas, en el 2022, ya había comenzado la gran irrupción que le llevó a convertirse en jugador del primer equipo -había comenzado con ficha del filial- en invierno. Se había ganado la titularidad y aportado tres goles. No sería hasta marzo cuando Carlos Mouriño pronunció aquel ««o lo vamos a vender, nos lo van a comprar»; por aquel entonces, nadie podía imaginar cuál acabaría siendo su club de destino.
El cambio de Gabri Veiga ha sido radical, algo que sabía desde que tomó la decisión. Por eso, de inicio le llevó su tiempo aterrizar y recuperarse física y mentalmente de todo lo que le había tocado vivir en los meses anteriores. En su regreso a España en el mes de octubre, él mismo se refería a este proceso de adaptación que debía pasar. Al hablar de la vida en su nuevo lugar de residencia, se refería al contraste entre «que en Vigo llueve y allí no cae una gota en todo el año», aparte de una cultura diferente y que entrenan por las tardes por el calor. «Estoy con mi novia y eso lo hace todo mucho más fácil», afirmaba también con naturalidad.
En lo futbolístico y a nivel de club, todo eran buenas palabras para su técnico, sus compañeros y el recibimiento que le habían dado. Mencionaba que estaba haciendo muy buenas migas con Firmino, uno de los nombres más conocidos de un vestuario donde también están Mendy, Kessié, Roger Ibañez, Mahrez o Saint-Maximin. También proclamaba que tomó la decisión correcta, que no lo hizo por dinero y que, aunque respeta todas las opiniones, las importantes eran la suya y la de sus allegados. Una familia que le acompañó a París y que le ha apoyado en todo momento.
Contrato hasta el 2026
Veiga se comprometió con el Al Ahli por tres años, hasta el 2026. La operación se cerró en 30,6 millones de euros más variables, según se refleja en las cuentas del Celta, conocidas hace unos días y que serán presentadas en la junta de accionistas del próximo 12 de diciembre.
El salario del excéltico está por encima de los 10 millones por temporada, lo que supone multiplicar de modo exponencial lo que percibía en Vigo. Pero él siempre ha mantenido que el dinero no fue el factor determinante. «Me surgió la posibilidad de emprender un nuevo proyecto de vida», señalaba en su carta de despedida al celtismo. También mencionaba que tendría un gran entrenador -el alemán Matthias Jaissle- y grandes jugadores como compañeros. Hablaba, así, de «gran oportunidad».
La sub-21
Se da la circunstancia de que Gabri Veiga se ha convertido en un fijo en la selección española sub-21 una vez que ha dejado el Celta, cuando en sus mejores momentos del curso pasado, cuando incluso se le reclamaba para la absoluta, tuvo un papel testimonial. Luis de la Fuente le hizo debutar en un descuento y, ya con Santi Denia, tuvo un papel secundario en la Eurocopa de la categoría, aunque el técnico siempre le dedicaba palabras de elogio.
Ahora lo sigue haciendo, pero, además, le da minutos. «Va a más. En nuestra primera convocatoria, no estaba en su mejor momento, porque nos cuenta que la pretemporada con el Celta no había sido tan exigente porque había que cuidarle por si (se hacía) el traspaso», dijo el técnico hace unos días, tras convocarle nuevamente. En octubre, también preguntado por él, respondía que estaban en contacto permanente y que se le hacía seguimiento pese a estar en esa liga. «Nos gustaría que Gabri estuviera en España, pero hay situaciones que no controlamos», ahondaba.
La complicada posibilidad del regreso al Celta
En la mañana de ayer, corría como la pólvora la información de que el Celta negocia el regreso de Gabri Veiga, como cedido, en enero. La agencia Efe, citando fuentes cercanas a la negociación, aseguraba que se están manteniendo esas conversaciones; sin embargo, fuentes del club vigués replican que no se trata de una posibilidad que esté encima de la mesa.
Lo cierto es que la operación se antojaría complicada, para empezar, por el aspecto económico. Veiga cobra una cantidad que nada tiene que ver con las cifras que se manejan en el club vigués y, salvo que el Al Ahli se hiciera cargo de la ficha, resultaría completamente imposible. Además, su compra fue una gran apuesta del club árabe, lo que no hace pensar que quiera desprenderse del jugador tan pronto, cortando el proceso de adaptación que todavía está completando el porriñés de 21 años.
Su excompañero y también canterano Kevin Vázquez fue preguntado al respecto ayer en su comparecencia de prensa y aseguró que era la primera noticia que tenía. «Todo o que veña vai vir para sumar. Se vén Gabri, coñece a casa, é a súa casa. Non sei se será certo», introdujo sobre la posible negociación. En todo caso, prefiere no especular sobre la ventana invernal. «Aínda non se abriu o mercado e facer cábalas de quen pode vir distráenos. Temos que centrarnos en sacar isto adiante os que estamos. Se vén alguén axudar, moito mellor; e, se non, aquí estamos nós», zanjó.
Veiga acudió a ver un partido en Balaídos antes de concentrarse con España sub-21 en octubre, evidenciando la sintonía con el club. También dejó las puertas abiertas a su regreso en su despedida: «Aunque nuestros camino se separen, tengo claro que esto no es un adiós, es un hasta pronto», escribía.