
Los tepes de la tercera permuta duraron ocho días y cuatro partidos y el club apuesta ahora por hierba natural en vez de la fórmula híbrida anterior
30 ene 2024 . Actualizado a las 21:52 h.Nunca el césped de Balaídos había necesitado cuatro cambios en una temporada, pero la situación se ha vuelto tan insostenible que el Celta decidió dar un golpe de timón para intentar salvar el terreno de juego hasta el final de liga. Después de que el tercer cambio solo aguantase ocho días y cuatro partidos, el club cambia la fórmula híbrida (75 % natural y 25 % artificial) por un campo de hierba natural en su totalidad. Además, ahora se apuesta por traer la hierba desde Portugal y por seguir el ejemplo de los clubes vascos, que han conseguido que tanto Anoeta como San Mamés sean dos alfombras. En el caso de los donostiarras, después de sufrir una situación parecida a la que vive el Celta en la actualidad.
El cuarto cambio ya está en marcha. Horas después del segundo partido del pasado domingo en el coliseo vigués, los operarios comenzaron a levantar los tepes más efímeros de la historia del Celta después de duraran únicamente una semana. Ese es el tiempo a partir de ahora que se estima que llevará colocar el nuevo manto verde, una vez que acaben los trabajos previos, con la esperanza de que el nuevo aguante hasta final de temporada. En esta ocasión, la hierba tendrá una semana y media para asentarse por completo, ya que el Celta no jugará como local hasta el 17 de febrero, cuando reciba al Barcelona. Sí tiene partido antes el filial, en concreto el sábado 10 recibe el Teruel, pero su contienda se disputará con toda probabilidad en Barreiro.
El Celta anunció a mediodía de ayer el cuarto cambio. «El club continúa buscando soluciones para solventar el mal estado del césped del estadio de Balaídos, que esta temporada ha sido reemplazado ya en tres ocasiones. Este lunes comenzaron las tareas de implantación de un nuevo césped, en este caso natural, procedente de Comporta (Portugal)», explicaba en un comunicado en donde mostraba su confianza en que el cambio se convierta en la «solución definitiva hasta final de temporada. La colocación del nuevo césped concluirá a principios de la próxima semana y estará en perfectas condiciones para el encuentro del 17 de febrero frente al FC Barcelona».
La historia del césped de Balaídos se ha convertido en una pesadilla esta temporada. Todo comenzó con los daños originados tras el concierto de Guns N' Roses, que afectó de un modo muy serio a la base del campo. Ante la falta material de tiempo, el club apostó por una reforma exprés que incluía el primer cambio de césped. Aquel tapete se estrenó ante el Olympique de Lyon en un partido amistoso el 29 de julio y cesó en sus funciones tras el duelo con el Alavés, después de que se detectara la aparición de un hongo. En total, fueron cuatro partidos de liga más dos amistosos.
El segundo cambio fue el que más duró, un trimestre y seis partidos de liga del primer equipo. Tuvo su puesta de largo el 10 de octubre ante el Getafe y se mantuvo cinco partidos más, hasta la visita del Betis en el primer partido del año 2024. El campo estaba blando e irregular, además de presentar calvas en determinadas zonas, y el 4 de enero se procedió al inicio de los trabajos de la tercera sustitución. Como sucede ahora, entre liga y Copa, el Celta no volvería a jugar en casa hasta el 20 de enero ante la Real Sociedad y había tiempo para afrontar el cambio, que resultó ser el más efímero de todos: duró ocho días, tres partidos del primer equipo y uno del filial. Desde el primer momento exhibió un pésimo estado, con calvas y demasiado irregular y entonces el club comenzó a pensar en una vuelta de tuerca: otro cambio, pero no del mismo modo.
El Celta apuesta ahora por hiera natural 100 % y sustituye los tepes, que en esta ocasión llegan desde Portugal. El objetivo es que sea una alfombra para los siete partidos de liga que restan en casa y a la conclusión de la temporada, a finales de mayo, hacer una reforma integral. A nivel económico, el problema del césped se traduce en más de un millón y medio de gasto, pero el club antepuso el problema deportivo al aspecto dinerario para dar vía libre al cambio que está en marcha.