Benítez no se siente cuestionado: «Mi futuro son tres años»

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El céltico es el único de los cuatro últimos equipos que no fue despedido

25 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta se juega dos finales por la supervivencia en seis días pero Rafa Benítez no cree que se juegue el puesto ante el Cádiz y el Almería. «Mi futuro son tres años. Lo tengo clarísimo y quiero que lo sepa todo el mundo. Tenemos que estar unidos, trabajar juntos para sacar este partido y los próximos adelante y hacer que el proyecto crezca y sea sólido, con una buena base para crecer más. Estoy convencido de eso y lo repito una y mil veces», reiteró una vez más el preparador.

Conjuntamente con Javier Aguirre, que tiene el Mallorca en una situación más desahogada y en las semifinales de Copa, el madrileño es el único de la parte baja que continúa en su puesto. Y una vez más, volvió a mostrar su confianza en que el Celta mantenga el objetivo de la permanencia aunque lleve toda la temporada, una más, en alambre: «Lo más importante es que el Celta cumpla su objetivo de salvarse, ojalá lo hagamos pronto y podamos disfrutar más de las jornadas finales. Todos tienen que estar preparados y dispuestos a sumar y ayudar al equipo. Hablaba antes con un jugador que juega poco y le decía que si tiene quince minutos, tiene que estar preparado. Somos profesionales, nuestra responsabilidad es esa, no valen excusas, hay que estar todos para el tiempo que haga falta».

Por el momento, Benítez sigue contando con la confianza de la cúpula directiva y de la dirección de fútbol, de hecho Marco Garcés hizo referencia «al efecto champán» para hablar del significado del cambio de un entrenador. Con los números en la mano, ni Granada ni Almería consiguieron darle un vuelco a su situación por lo visto hasta el momento, lo mismo que el propio Cádiz con un Mauricio Pellegrino que lleva menos tiempo en el campo. A Benítez le gusta ver a sus ex en el banquillo de enfrente. «Siempre que ves a tus exjugadores como entrenadores es una pequeña satisfacción. Todo lo que pueda hablar de Mauricio será positivo porque como futbolista era de los que vivía el fútbol, transmitía, ayudaba a los compañeros, lo analizaba bien. Y como ayudante ha sido lo mismo y ahora lo es como entrenador».

Ya repitió la historia esta liga con Rubén Baraja al que le empató en Mestalla y después lo eliminó de la Copa. Ganarle hoy a Pellegrino sería dar un golpe importante a la salvación.