Carles Pérez reaparece como revulsivo

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Fue la primera opción en la derecha los dos encuentros con Giráldez tras ocho partidos en blanco, con un gol, un larguero y es el que más tira después de Iago

05 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Carles Pérez no jugó un solo minuto en los últimos ocho partidos con Rafa Benítez y desde que Claudio Giráldez se hizo con las riendas, ha tenido participación en los dos partidos obrando como revulsivo. En Sevilla, marcó el tanto que inició la remontada y ante el Rayo Vallecano, estrelló en balón en el travesaño en la última jugada del partido. A día de hoy, es un fijo en los movimientos para la banda derecha por delante de Miguel Rodríguez, que sigue sin estrenar el cambio de dorsal, y de Tadeo Allende, que lleva dos partidos en blanco y que para el técnico porriñés es una alternativa para el frente de ataque.

Carles iba camino de un año para olvidar. Fue titular en el primer partido, se lesionó y comenzó un vía crucis, con tan solo cuatro titularidades y menos de 500 minutos de juego, peor incluso que el año en donde decidió romper con la Roma (19 partidos, tres de titular, 543 minutos y un solo gol). Benítez nunca reconoció que era el último de la fila derecha. «Es un jugador más de la plantilla que tiene que seguir entrenando bien, compitiendo y estar preparado. Nunca sabes cuándo te va a tocar. Igual crees que no tienes opciones y hay una lesión, entras y tienes que agarrarte a esas oportunidad», comentó en su día el cesado técnico madrileño.

Pero esa opción nunca existió desde el 20 de enero cuando el catalán tomó parte en la recta final del partido de liga ante la Real Sociedad. Desde ese día, estuvo en blanco hasta el debut de Claudio Giráldez, cuando el entrenador canterano le eligió para jugar más de una hora en lugar del lesionado Javier Manquillo, lo que significaba un cambio de lo más ofensivo en la práctica. Carles tardó en meterse en partido, pero en el segundo tiempo, al filo del minuto 70, envió un obús que se coló en la portería del Sevilla. «Lo principal es que saque su mejor versión, eso es lo importante. El nivel lo tiene y las capacidades, también. He podido hablar un poco con él y la actitud ha sido muy buena», dijo Giráldez. En el Sánchez Pizjuán, hizo dos tiros a puerta (uno acabó en su primer gol de la temporada en liga), dio un pase clave y tuvo un 92 % de acierto en el pase. «Marcar siempre te da confianza. Es lo mío, ayudar al equipo, estar preparado para cuando me toque, que es lo que he estado haciendo estos meses, preparándome», indicó el futbolista vallesano.

Ante el Rayo no marcó, pero firmó un 100 % en el pase y fue el segundo jugador que más tiro después de Iago Aspas. Dos disparos, uno al travesaño en el minuto 96 que, de entrar, volvería loco a Balaídos. El próximo paso debe ser recuperar su nivel físico al 100 %. Sus parámetros todavía distan del jugador explosivo que fichó el Celta el pasado verano por más de cinco millones tras una cesión exitosa el curso anterior. Entonces, firmó tres goles, fue titular en 23 partidos, participó en 35 y superó la barrera de los 2.100 minutos, un jugador fundamental para Carlos Carvalhal.

Ahora tiene ocho jornadas por delante para dar un volantazo a la temporada, reivindicarse y ayudar al Celta en la tarea de la permanencia. Hace un año, marcó un tanto en la recta final en Girona que sirvió para sumar un punto de oro.