Sin centrales intocables en el Celta

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

Todos los zagueros utilizados por Claudio Giráldez, salvo Mingueza, han pasado por el banquillo y solo repitió el trío en dos partidos consecutivos

08 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Claudio Giráldez se hizo cargo del primer equipo del Celta, parecía tener dos patas de su línea defensiva de tres centrales claras: Óscar Mingueza y Carlos Domínguez, y una pendiente y muy abierta en la posición de teórico líbero. Sin embargo, seis partidos después, todos los jugadores utilizados de centrales, a excepción del catalán (que ya jugó como carrilero), han pasado por el banquillo. Incluso Carlos, que parecía el más fijo de todos. En total, el porriñés ha utilizado a siete jugadores, con cinco combinaciones en seis partidos. Solo le dio continuidad a la misma idea entre el partido de Las Palmas y el Alavés.

Claudio no tiene, ni quiere, un once fijo en el Celta. Le gusta hacer movimientos y tener a los jugadores en tensión a lo largo de toda la semana. Esta decisión también afecta a una línea como la defensiva que para muchos de sus colegas de banquillo es intocable salvo hecatombe. Giráldez comenzó con Mingueza, Unai Núñez y Carlos Domínguez en Sevilla y en el segundo tiempo fue refrescando la línea con Carl Starfelt y Jailson, que había entrado desde el banquillo como mediocentro, pero que enseguida pasó al perfil zurdo defensivo.

La remontada y el triunfo podrían invitar a pensar en darle continuidad a la idea, pero la decisión de Claudio Giráldez fue darle la titularidad a Starfelt, jugando en el centro, con Mingueza y Carlos a los lados. Era el partido ante el Rayo Vallecano, que anuló la salida de balón del sueco, que fue relevado en el descanso y no volvió a aparecer hasta el domingo pasado. En la segunda mitad, Renato Tapia y Jailson pasaron por esa posición, cumplió y recibió como premio la titularidad ante el Betis.

No fue el brasileño, desde entonces titular, la única novedad en el Villamarín, porque el técnico canterano quiso ensayar con Javier Manquillo como central (posición nada habitual para el madrileño), completando el trío con Carlos Domínguez. Unai Núñez fue el relevo defensivo en el segundo tiempo.

El vasco tuvo continuidad en las dos citas posteriores, las únicas en las que Claudio repitió equipo. Como en el Pizjuán, el de A Louriña apostó de inicio por Mingueza, Carlos y Unai, pero cambiando los perfiles, porque el canterano vigués lo hizo por el centro como libre y el ex del Athletic, en la izquierda.

La apuesta se mantuvo en Mendizorrotza, pero el naufragio fue total, con tres goles en contra y un aluvión de oportunidades del conjunto babazorro. En la segunda mitad, Jailson, que había salido como mediocentro, sustituyó a Unai en el costado izquierdo en la recta final, cuando el partido ya estaba sentenciado. Aun así, con el exPalmeiras arrancando desde atrás fue cuando el Celta generó su fútbol más combinativo.

Quizás por eso, el domingo, ante el Villarreal, el entrenador del Celta le mantuvo en el lado izquierdo de la zaga y sentó por primera vez a Carlos Domínguez desde su llegada. El canterano se quedó sin minutos porque el único movimiento fue sentar a Manquillo para todavía buscar más ataque con Mingueza saliendo desde el perfil derecho de la zona defensiva. Starfelt fue la gran novedad de ese partido. Claudio le elogió en su comparecencia del sábado y el domingo le colocó como secante de Sørloth, un trabajo que sacó adelante con buena nota.

De todas maneras, está por ver si el sueco tiene continuidad el domingo en el Metropolitano ante un equipo que tiene juego aéreo pero también jugadores de excelente pie. Lo lógico, conociéndole, es que busque una combinación más para seguir completando el puzle. Con él no hay intocables ni en el centro de la defensa.