Para las que fuimos pioneras en el fútbol femenino vigués es una alegría que todas esas niñas y jóvenes tengan la oportunidad de poder representar al club de su ciudad; es un pasito más para el fútbol femenino vigués. Me parece muy positivo que hagan esta apuesta y que sea con un club de la comarca como el Mos, que está haciendo un buen labor, con una cantera muy bien trabajada, al igual que Lóstrego y Sárdoma. El Celta llega tarde a esta apuesta, pero ahora hay que pensar en que ya es una realidad lo que veníamos reclamando y una felicidad para todas esas niñas que vienen detrás.
Cuando yo era pequeña, el sueño de todas las futbolistas de la ciudad era jugar en El Olivo, que era el gran equipo top y referente del fútbol femenino que teníamos en Vigo. En esa época, que el Celta tuviera equipo de chicas ni se me pasaba por la cabeza, parecía un imposible, era impensable. Pero como a toda niña viguesa y celtista, me hubiera encantado poder tener esa posibilidad que a partir de ahora ya es una realidad.