El entrenador del Celta leyó el pregón de la fiesta de su localidad natal y encendió la llama con Ana Gómez
13 jul 2024 . Actualizado a las 09:16 h.Claudio Giráldez vivió un viernes ajetreado en la víspera del primer amistoso de pretemporada, frente al Benfica en la tarde de este sábado. El día previo, tras el entrenamiento matinal que cerraba la primera semana completa de trabajo de la pretemporada, el técnico del Celta ofreció su primera rueda de prensa desde el final de las vacaciones -seguida de la convocatoria para este duelo frente al conjunto luso en Águeda- y por la tarde le esperaba un compromiso especial en su tierra y con su familia como testigo.
El porriñés fue el encargado de leer el pregón de la fiesta de Porrigalia, que alcanzaba octava edición. No fue su único cometido, sino que también compartió con la atleta Ana Gómez el honor de ser el encargado de encender la llama olímpica en esta cita que recrea los juegos de antaño desde un punto de vista festivo. El entrenador canterano puso el foco en su intervención en que los Juegos Olímpicos, como esta fiesta porriñesa, recuerdan la importancia del esfuerzo para hacer realidad los sueños recordando que la suerte también es un factor que hay que tener en cuenta. «Si los sueños no se cumplen, que hayamos disfrutado siendo nosotros mismos», subrayó dejando clara la filosofía por la que se guía.
El técnico celeste está siendo profeta en su tierra, donde recientemente fue merecedor del premio del Círculo Recreativo Cultural do Porriño (CRC) en el apartado deportivo y hace unas semanas también recibió el cariño de la peña celtista local, Zoqueiros.