La sonrisa de Dani: una lucha contra el cáncer de páncreas a través del deporte

M. V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

CEDIDA

La carrera 15K do Atlántico del domingo recauda fondos para la investigación de la dolencia que costó la vida a un guardés de 36 años en octubre del 2023

25 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En octubre del 2023, el guardés Dani González Adrover fallecía a los 36 años como consecuencia de un cáncer de páncreas. Antes, dejaba por escrito su última voluntad: «Gustaríame pedirvos que no meu nome fixerades unha doazón á Asociación do Cáncer de Páncreas (Acanpan) para contribuír na investigación de tratamentos, e que nun futuro un diagnóstico de esta enfermidade non se converta nunha sentenza, senón nunha loita pola vida». Casi un año después, familiares y amigos dan continuidad a ese deseo mediante, entre otras, actividades deportivas como la 15K do Atlántico del domingo.

Dani, aparte de gran celtista, había practicado atletismo y fútbol gaélico, disciplinas que han sido vías para seguir apoyando la lucha contra esta dolencia. «Estando no hospital, el falou de que non quería flores e así xurdiu a colaboración coa asociación», cuenta su hermana, Gema. A partir de ahí, el resto nació solo de manera natural. «Todo no que se converteu isto evolucionou de maneira orgánica, a xente empezou a involucrarse e a poñerse en contacto con nós para colaborar. Foi grazas á xenerosidade de moitas persoas», añade.

Todo parte de que estel cáncer «non ten solución, só hai dúas quimios paliativas, pero estás ante a frustración de ver que non medicación que poida axudar. Non queda outra que aceptar que te tes que ir». Y la aspiración es arrimar el hombro para que deje de ser así cuanto antes. «Creouse o link para colaborar con Acanpan coa idea de compartir entre familiares e amigos, pero a iniciativa empezou a callar no pobo e así comezamos coas huchas repartidas polo Baixo Miño», detalla Gema.

Esas huchas son habituales en las pruebas deportivas de la zona y han ido más allá en el caso de la 15K do Atlántico. «O meu irmán fixo atletismo no Trega e no Val Miñor. Cando foi a San Silvestre da Guarda, chamáronnos para ver se podían usar o sol de Daniel —emblema de un sol sonriente que ilustra la causa y también su cuenta de Instagram bajo el nombre de Un sorriso que ilumine o mundo—», relata. Aquello llegó a oídos de los organizadores de la 15K. «Contactaron para facer a carreira en nome de Dani e recadar para Acanpan», explica.

Así, una parte de cada inscripción —abiertas hasta este miércoles a las 23.59— va a parar a ese organismo, tanto de la carrera principal como de la Mini 15K, de 7,5 kilómetros y a la andaina. También se venden camisetas de la prueba a quince euros para aumentar las donaciones y existe una fila 0 para todos aquellos que quieran aportar su grano de arena. Todo va directo a la cuenta de la asociación, igual que lo que recaudan con las huchas y la venta de chapas o imanes que harán en la salida y en la meta, así como en las de otros eventos deportivos y los maillots que diseña y vende el padre de Dani, gran aficionado al ciclismo. «Non tocamos eses cartos», subraya González, que sabe que a veces hay reticencias con estos temas.

Sus padres inculcaron a Gema y a Dani el deporte desde pequeños. Los dos hicieron atletismo y cuando él, ingeniero de profesión, se mudó a Barcelona, descubrió el fútbol gaélico, que tampoco ha sido ajeno a la iniciativa solidaria surgida en torno a su figura. «Os equipos de alí organizaron un torneo solidario e logo tamén o fixeron os de aquí», dice en referencia al Keltoi y al femenino de A Guarda, el Gróvias F.G., en cuya creación participó en su día.

Más allá de la vertiente solidaria, amigos de Dani lucen su sol en su recuerdo en citas deportivas en las que participan. «É unha pasada a resposta que tivemos dos amigos e compañeiros do deporte del. É triste que teñan que pasar ás veces estas cousas para que te deas conta, pero vai facer un ano e a xente segue con estas iniciativas polo cariño que lle tiñan. Sentimos orgullo e gratitude», manifiesta Gema.

Para ellos fue muy especial también el homenaje a Dani en Balaídos tras su adiós. «Viramos o seu último partido xuntos no hospital, co himno do centenario, que ten en conta aos que xa non están... Temos sangue celeste desde pequenos, iamos os dous no autobús desde A Guarda a Vigo. Foi superemocionante, sobre todo para el se desde onde estea o puido ver», señala.

Volvió a ser clave la implicación de sus amigos, que se movieron para conseguirlo. Como lo siguen haciendo desde el empeño en que la enfermedad que se lo llevó deje de ser una sentencia de muerte para otras personas que reciban el mismo diagnóstico. «Nesta enfermidade, dentro do malo, dá tempo a despedirte, falar as cousas. El deunos o exemplo de como afrontalo, con gran entereza, despedíndose un a un e dicindo como quería que se fixesen as cousas. Iso dá tranquilidade e axda a levar o loito. Sabes que se foi en paz», reflexiona. La manera de Dani de afronarlo ha guiado la de los suyos. «Estás pasando unha perda e colaborar con esta causa axuda a levalo mellor. Sintes que estás facendo algo non por ti, pola sociedade». Como Dani quería y a través de lo que él disfrutaba.