El capitán no pudo celebrar su histórica cifra de partidos con un triunfo, pero sí siendo titular y protagonista en el duelo frente al Atlético
27 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.500 veces en partido oficial ha disfrutado el celtismo del jugador más importante de su historia, Iago Aspas. Desde aquel día de junio del 2008 en que Alejandro Menéndez dio la alternativa frente al Salamanca en Segunda a un canterano cuyo estreno se podía quedar en anécdota como tantos otros, a ayer, cuando alcanzaba la cifra redonda convertido en el capitán y el buque insignia del club de su vida. En estos cinco centenares de duelos ha habido alegrías y sinsabores, y ayer tocó de lo segundo, aunque el partido se escapó cuando el moañés, relevado con 0-0 a falta de menos de diez minutos, ya no estaba sobre el terreno de juego.
Tratándose de una jornada intersemanal, cabía la duda de si la efeméride tendría que esperar al domingo frente al Girona o si, quizás, Claudio Giráldez le dejaría en el banquillo y le reservaría para la segunda mitad. Pero no, su nombre apareció en los videomarcadores entre los titulares y se llevó su enésima ovación. «Quiere jugar todos los partidos y minutos, como todos los jugadores», decía su técnico en la previa, además de señalar que llegaba bien a esta cita. Le concedió el deseo.
Y Aspas fue protagonista del prime acto, disponiendo de la ocasión más clara. Fue un disparo raso que iba camino de colarse por el palo izquierdo de la portería de Jan Oblak, pero el guardameta realizó una gran intervención y evitó el tanto local. Tuvo dos tiros a puerta y uno fuera en esos primeros 45, ayudó en la presión atrás y se le vio, como siempre, con ganas. Siempre acertado a la hora de descargar el juego, tuvo un disparo que se fue alto a falta de media hora. En el 83, dejaba su sitio a Ilaix Moriba.
Es el partido 500, pero la historia celeste del capitán sigue y apunta a tener capítulos más allá de esta temporada. Porque desde el club, su director de fútbol, Marco Garcés, ya hizo público que habían invitado al canterano a iniciar las conversaciones para la renovación del emblema celeste y todo hace pensar que así será. «Si tengo que adivinar, diría que renueva», se sinceró Claudio Giráldez hace unos días. Destaca su talento, pero también su capacidad de mantener la motivación. La que le hará estar ya pensando en el Girona de inmediato tras este sinsabor. Siempre dice que quiere batir todos los registros posibles y los 533 partidos de Manolo están cada vez más cerca de su alcance.
