Hugo Sotelo afirma que siempre quiso seguir en el Celta, aunque admite que hubo «algún malentendido» entre sus agentes y el club
03 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Hugo Sotelo compareció ayer tras su renovación con el Celta. Admite que la negociación, de la que se mantuvo ajeno, fue un proceso largo, pero asegura que nunca se le pasó por la cabeza moverse. También se encargó de eso Iago Aspas, que se metió para echarle una mano y siempre le animó a prolongar su vínculo con le club donde lleva desde benjamín. Claudio Giráldez y su madre fueron las otras dos figuras claves para un jugador que reconoce que su carácter le juega alguna mala pasada.
La negociación
«No hubo ningún problema, quizá un malentendido»
Hugo Sotelo reconoce que su renovación es fruto de «un proceso largo», pero asegura: «No hubo ningún problema, quizás algún malentendido entre mis agentes y el club, pero desde el primer momento, queríamos llegar a un acuerdo» para sellar la continuidad. Subraya que él no tiene «ni idea» de los entresijos de esas conversaciones, pero deja claro que tanto su idea como la de su familia era que siguiera en casa. Cuando le llegó la propuesta del Celta, le comunicó a sus representantes esa voluntad.
Bajada al filial
«Para la cabeza fue una semana dura»
El vigués admite que la semana en la que el club decidió que volviera a entrenar con el Celta Fortuna al dar por rotas las negociaciones fue «un poco dura a nivel mental», pero lo llevó «bien». «Tengo amigos en el filial, también compañeros nuevos que no conocía, y Fredi me trató muy bien. Estuve muy a gusto».
Su madre, Fátima
«Lleva diez años peleando por mí con el fútbol»
La renovación le supone a Sotelo «conseguir un sueño» y buena parte de la culpa la tiene su madre, a la que tanto el club como él daban las gracias tras hacerse público el acuerdo. «Le estoy muy agradecido. Lleva diez años peleando por mí con el tema del fútbol, ayudándome en todo lo posible y aconsejándome. Gracias a Dios, lo he conseguido».
«La primera vez que subí, no le dije ni hola por vergüenza»
Reveló Sotelo cómo ha cambiado su relación con Aspas con el tiempo: «El primer día que subí a entrenar, no le dije ni hola, tenía mucha vergüenza, y a día de hoy, lo puedo considerar mi amigo», revelando que tienen conversaciones frecuentes por WhatsApp y que el capitán lo felicitó por esa vía. Además, no había sido ajeno al proceso. «Se metió en el medio para ayudarme. Acudí a él y me aconsejó. Le pregunté, me dijo: ‘Haz esto y esto’ y lo hice. Me decía que me quedara y yo quería quedarme».
Su carácter
«Soy muy impulsivo»
El canterano reconoce ser «muy impulsivo» y dice que lo comparan con Iago «para lo bueno y para lo malo». «Soy así, mi madre intenta corregirlo, como mi pareja, y también Claudio. A veces, le digo: ‘Clau, estás siempre encima’. Pero mi madre me dice: ‘Si está encima, es por algo bueno’».
El inicio de temporada
«Las primeras semanas estaba enfadado»
Sotelo admite que tras no jugar en las tres primeras jornadas, «las primeras semanas estaba enfadado». Giráldez habló con él: «Siempre incide en que el grupo es lo importante y que la oportunidad va a llegar. Me dijo que siguiera trabajando, que lo estaba haciendo bien y, gracias a Dios, me dio tres titularidades y superbién», valora.
«Seguimos teniendo esa relación de amor-odio»
El céltico es consciente de que ese carácter suyo es «complicado para un entrenador» que ve cómo el futbolista se molesta si no lo pone. Confirma entre risas no solo que han tenido momentos de relación amor-odio como dijo Claudio a La Voz en la etapa del B, sino que «sigue siendo así», añadiendo que está contento y agradecido al técnico.
El equipo
«Tenemos que centrarnos en lo importante, las áreas»
Sotelo se ha sentido cómodo en lo que ha jugado, cree que «encaja» en el equipo y que el juego es bueno. Replica una frase tal cual la dijo Giráldez: «Tenemos que darle importancia a lo importante, que son las áreas».